Las vacunas son el mecanismo más seguro y eficaz para protegerse individual y colectivamente, contra más de20 enfermedades que pueden ser mortales. Por lo general, se colocan durante la infancia; sin embargo, también se recomienda administrar ciertas vacunas en la edad adulta, en especial en los adultos mayores, pues son más propensos a contraer ciertas enfermedades y sufrir graves complicaciones en su salud.
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La inoculación contra la gripe estacional (influenza) también es esencial para esta población. Las personas con 65 años o más corren un mayor riesgo de desarrollar complicaciones gravessi se enferman, como es el caso de una neumonía, empeorar padecimientos crónicos existentes (del corazón o pulmones) e inclusive, causar hospitalización o muerte.
Para la doctora Lenny
Figueroa, líder médica de Vacunas para Pfizer Centroamérica y Caribe (CAC), las
vacunas han reafirmado su lugar como uno de los mayores avances en salud
pública de todos los tiempos. “Durante años, las vacunas han protegido a
personas de todas las edades, desde recién nacidos hasta adultos mayores, de
una manera segura y eficaz. Su uso generalizado ha permitido el control, la eliminación
o casi eliminación de muchas enfermedades infecciosas y que alguna vez fueron
letales; sin embargo, nuestro trabajo como empresa líder de la industria no ha
terminado. En Pfizer, seguimos enfocándonos en la investigación y el desarrollo
para generar innovadoras vacunas contra otros virus y bacterias que siguen
representando un riesgo para la salud, así como en la prevención de la
enfermedad neumocócica”.
Adicionalmente, los adultos deben recibir la vacuna triple contra el tétano, la difteria y la tosferina (Tdap, por sus siglas en inglés), causante de múltiples problemas respiratorios. En caso la persona nunca haya sido vacuna con Tdap, se recomienda hacerlo lo antes posible, y a quienes la tienen, colocarse un refuerzo contra el tétanos y la difteria cada 10 años.
Otras vacunas igual de importantes son la vacuna contra el herpes zóster (culebrilla) para adultos mayores de 50 años, la vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH) sobre todo en mujeres jóvenes y más recientemente, la vacuna contra la COVID-19, que disminuye los riesgos de enfermar gravemente y de muerte.
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) recomiendan las vacunas en función del esquema de vacunación de cada país, la edad, el estilo de vida yla ocupación de la persona, entre otros. No obstante, en el caso de los adultos y adultos mayores, es recomendable que estén al día con sus vacunas, pues la inmunidad adquirida por la vacunación durante la infancia puede desaparecer con el tiempo.
Prevención: las vacunas son clave para un envejecimiento saludable
A medida que el cuerpo envejece, el sistema inmune se debilita y es probable que incremente el riesgo de contraer diversas enfermedades. Gracias a las vacunas, es posible que el cuerpo desarrolle los anticuerpos protectores y las proteínas que ayudan al organismo a combatir diversas infecciones.
Vacunarse contra diferentes enfermedades puede no solo protege a quien recibe la inyección, sino también, evita la propagación de enfermedades prevenibles a otras personas de la familia o de la comunidad, incluso hacia aquellos quienes no pueden colocarse ciertas vacunas debido a su edad o estado de salud.
“Actualmente, gracias a los avances en medicina, es posible tratar a un paciente con una infección grave mediante antibióticos u otros medicamentos que ayudan al cuerpo a combatir el microorganismo. Sin bien son efectivos, batallar contra una infección ya avanzada y que haya requerido hospitalización, no es tan sencillo y acá es cuando hubiese sido mejor prevenirla desde el inicio. Por ello, las vacunas son de suma importancia en este sentido, pues preparan a nuestro sistema inmune contra el virus o bacteria, para que este lo neutralice y destruya antes de que se propague”, comentó la doctora Figueroa.
La salud es un derecho humano fundamental; sin embargo, también es responsabilidad de cada persona velar por su bienestar individual. Por esta razón, es importante consultar con su médico cuáles vacunas necesita para mantenerse sano y de acuerdo con el esquema de vacunación de cada país.
“Las tasas de vacunación en adultos
suelen ser más bajas comparadas con las de los niños y la inmunidad de las
vacunas infantiles puede desaparecer con los años, por lo que resulta importante
que los adultos -incluyendo mayores de 65 años- continúen vacunándose con base
en las referencias de su médico tratante, para tener un envejecimiento saludable
y una mejor calidad de vida”, concluyó la doctora Lenny Figueroa.
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