Una de las principales actividades de la delincuencia financiera es el lavado de dinero. Este delito está centrado en sofisticarse para explotar las vulnerabilidades de un sistema bancario. Y en esta eterna lucha, la tecnología es el gran instrumento con el que cuentan los bancos en Centroamérica para detectar, mitigar y reducir el riesgo del blanqueo de capitales.
Durante muchos años, la región se ha visto afectada por el lavado de dinero. Es cierto que podemos observar avances, pero falta mucho recorrido. En el último ranking (2021) del Instituto de Basilea acerca de la vulnerabilidad de un territorio ante el lavado de dinero a nivel mundial, Panamá quedó ubicado en el lugar 29, Honduras ocupó el 43, mientras que Guatemala se situó en la posición 59.
“El infractor siempre busca estar un paso adelante. Por ello, las entidades financieras deben estar a la vanguardia para caminar hacia esa búsqueda de transparencia. Es necesario contar con la tecnología más avanzada de la industria para detectar cualquier comportamiento sospechoso, así como generar alertas para suspender, bloquear, liberar y reportar todo tipo de actividades ilícitas desde su origen”, comentó Facundo Renzini, Gerente General, Fiserv Centroamérica y el Caribe.
Frente a esta necesidad tecnológica en la zona, Fiserv, líder mundial en procesamiento de pagos y tecnología financiera, apoya a instituciones de Centroamérica a través de AML Risk Manager, una de las principales soluciones a nivel mundial para reducir el riesgo por lavado de activos.
Dicho en otras palabras, esta solución contra el blanqueo de capitales combina una arquitectura, análisis y herramientas de investigación y análisis para identificar si ocurre algún crimen por medio del monitoreo automatizado de la actividad en una institución financiera.
Panamá, es uno de los países de la región con mayor progreso en cuanto al lavado de activos, acercando su salida de la lista gris del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI). De hecho, el Gobierno panameño difundió el pasado 17 de junio del año en curso un avance en 11 de las 15 acciones establecidas por el Plan de Acción del GAFI en 2019.
Actualmente, la entidad financiera que dispone de AML Risk Manager puede adelantarse a este crimen gracias a la generación de alertas en tiempo real para apoyar al equipo de cumplimiento regulatorio; destinado para tomar las acciones pertinentes y entregar los reportes a las autoridades correspondientes.
Podemos
concluir que las herramientas tecnológicas como AML Risk Manager para combatir el lavado de dinero son un componente
importante en el cumplimiento de transparencia de los bancos, evitando futuras
pérdidas financieras y costos operativos en una
carrera que parece no tener fin, sin embargo, se puede estar un paso delante de
estas situaciones delictivas.
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