Los desechos que genera el plástico es un problema a nivel mundial. Aunque los desechos de plástico se producen
en la tierra y contaminan la misma, también provocan problemas en el océano,
llegando a constituirse del 50-80% de los desechos sólidos en el mar. De hecho, se estima que, si se continúa con
el mismo ritmo de consumo de plástico de un solo uso, habrá más plástico que
peces en el océano para 2050.
Algunos creen que una manera de afrontar el problema es utilizar
plásticos biodegradables, como una solución favorable al medio ambiente, un
ejemplo de ello son las bolsas biodegradables. A primera vista puede parecer una buena
solución, pero ¿es realmente más ecológico?
La buena teoría de los plásticos biodegradables es que se trata de
plásticos que los microorganismos (bacterias u hongos) pueden descomponer en
agua, dióxido de carbono (CO2) y otros biomateriales. Es
importante subrayar que los plásticos biodegradables no están fabricados
necesariamente con biomateriales (p.ej, con plantas). Muchos plásticos biodegradables están
fabricados a partir del petróleo igual que los plásticos convencionales.
Considerar los plásticos biodegradables como una solución alterna, podría
incluso empeorar el problema, puesto que las personas pueden pensar que “el problema está resuelto” y que no pasa
nada por tirar esos productos en calles, ríos y mares. Por ejemplo, una bolsa
de plástico, aunque sea biodegradable, tirada encima de un arbusto tardará
muchos años, y no días como algunos piensan, en desintegrarse. Incluso la cáscara de un plátano tarda de 1 a
3 años en biodegradarse.
“Además los plásticos biodegradables requieren unas condiciones muy
especiales para biodegradarse correctamente (microorganismos, temperatura y
humedad), son condiciones que solamente se pueden obtener en un laboratorio y
si no se hace de la forma apropiada, pueden ser aún más nocivos para el
medio ambiente que los plásticos convencionales. Cuando los plásticos biodegradables se
entierran (cosa que se debe evitar en cualquier circunstancia) producen durante
su descomposición gases de efecto invernadero peligrosos”, explica el director
de Rescue the Planet Sergio
Izquierdo.
“Los actuales plásticos “biodegradables” no son la alternativa
sostenible, respetuosa del medio ambiente que a menudo se nos presenta como una
opción para el problema de contaminación por plástico de un solo uso”, afirma
Izquierdo.
La mayoría de los plásticos ‘verdes’ en el mercado no se biodegradan fácilmente:
requieren procesamiento en una planta de compostaje industrial donde la
temperatura, la humedad y la exposición a la luz ultravioleta pueden ser
regulados y controlados de forma muy rigurosa. Incluso en este tipo de instalaciones, algunos
plásticos biodegradables pueden tardar hasta un año para ser procesados por
completo. Así que la etiqueta ‘biodegradable’ es un poco engañosa.
La llamada a la acción es simple. RECHACE el plástico de un solo uso. De acuerdo con Rescue the Planet es posible hacer la diferencia al convertirnos en
consumidores selectivos. Es decir, en
lugar de elegir productos envasados en plástico, preferir opciones amigables
con el medio ambiente, que empaquen en vidrio, papel o cartón.
La principal recomendación de Rescue
the Planet, es Rechazar, reducir y reutilizar, y cuando las otras R´s se
han agotado entonces Reciclar!!
Las pequeñas acciones, pueden lograr grandes cambios en el medio
ambiente.
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