El rol del
líder en este contexto de emergencia sanitaria global, debe alienarse a las
medidas de prevención para asegurarla integración de todos los sectores de la
organización, ante todo, procurar que los colaboradores y todos los públicos de
interés estén debidamente informados y cuenten con canales abiertos de
comunicación.
Tal como lo ha
expuesto la Organización Mundial de la Salud (OMS) la pandemia
declarada, como el virus COVID–19 pone en relieve la urgente necesidad de una
comunicación clara, honesta y coherente, en ese sentido, los líderes de las
empresas deben diseñar y ejecutar un protocolo de comunicación alineado con estas
recomendaciones internacionales basadas en las mejores prácticas depara la
atención adecuada de esta pandemia.
“Los líderes tienen el
deber de ser cuidadosos y de manejar con discreción y sensatez la información
interna vinculada con sus colaboradores. También tiene la obligación de manejar
sus perfiles de redes sociales o inclusive, la comunicación con su círculo
cercano de una manera responsable y siempre apelando a proteger su credibilidad
y la de su empresa” indica Carlos Lobo, director del área de
Reputation en CCK Centroamérica, firma especializada en comunicación
estratégica y gestión de crisis en la región.
Asimismo, Lobo concluye que “es
vital mantener un seguimiento y un canal abierto para la comunicación interna,
de manera tal que los colaboradores identifiquen que la empresa está atendiendo
la situación con prontitud y responsabilidad, y que velará por el manejo
confidencial y la protección del colaborador en caso de que surjan casos
sospechosos o confirmados”.
En caso de que se identifiquen
rumores o noticias falsas,el experto recomienda procurar su atención y
aclaración inmediata; valorar la posposición de actividades internas que
impliquen aglomeración de colaboradores y potenciar, en caso de ser posible, el
uso de recursos a distancia como el tele trabajo, teleconferencias y
capacitaciones en línea.
Los líderes deben monitorear activamente la
naturaleza cambiante de este virus, anticipando y planteando los diferentes
escenarios que podrían enfrentar como empresa ante la evolución del
COVID-19. “Los empresarios tienen la
responsabilidad de estar a la altura de las circunstancias y tener en cuenta que,
ante todo, es una oportunidad para generar confianza. La forma en que una
empresa maneja y enfrenta cualquier situación en el negocio tendrá un impacto en
sus clientes, colaboradores y aliados estratégicos”, indicó Alejandra
Aqueche, gerente de País de CCK Guatemala.
A
continuación, la firma regional de comunicación estratégica CCK, comparte 10
formas en las que los líderes pueden gestionar la comunicación para generar
confianza y se reconozca que la empresa está atendiendo el asunto con prontitud
y responsabilidad:
1. Ejecutar
un protocolo alineado con las recomendaciones de prevención locales e internacionales
2. Manejar
con discreción y sensatez la información interna vinculada con los
colaboradores
3. Asegurarse
de que la estigmatización se reduzca al mínimo, en un ámbito de temor los colaboradores
podrían no admitir que presentan síntomas y no busquen la atención que
necesitan
4. Mantener
seguimiento y un canal abierto específico para comunicación interna
5. Utilizar
información y comunicación oficial proveniente de las autoridades de salud
6. Identificar
espacios comunes para colocar información y recomendaciones de higiene (baños,
comedores, parqueos, y salas de espera).
7. Valorar
la posposición de actividades internas que impliquen aglomeración de
colaboradores y potenciar el uso de recursos a distancia, teletrabajo,
teleconferencias y capacitaciones en línea
8. En
espacios de co-working, activar alertas y reforzar recomendaciones de
prevención en conjunto con organizaciones que comparten el espacio
9. Monitorear
activamente la naturaleza cambiante de esta amenaza
10. Anticipar
escenarios de cómo la propagación del virus puede afectar su negocio y a sus
stakeholder
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