En Guatemala, la
población de adultos mayores (65 años o más) ha aumentado—en 2024 representaban
el 4.8 % del total nacional, lo que equivale a aproximadamente 893 000 personas, sobre una
población estimada de 18 millones habitantes de acuerdo con la OPS.
Este fenómeno demográfico representa un crecimiento frente al año 2000 y
presenta retos similares a los observados en otros países de la región. En
efecto, durante el segundo decenio de este siglo, el segmento de adultos
mayores ha ido ganando proporción, lo que subraya la necesidad de prestar
atención especial a su nutrición, clave para preservar la autonomía y prevenir
enfermedades crónicas.
de la península
de Azuero, se encontró que el 23.8 % de los adultos mayores están en riesgo de
malnutrición y el 1.2 % presentan desnutrición. Asimismo, entre el 18 % y el 23 % presentan exceso
o déficit de peso, y el 25 % padece de sarcopenia, con un 10.6 % en su forma
severa.
“Una
alimentación adecuada es fundamental para enfrentar estos desafíos”, destaca Estefani
Soto, nutricionista de Dos Pinos en Guatemala. “Los lácteos se encuentran entre
los alimentos más recomendados para adultos mayores, ya que aportan proteínas
de alta calidad, calcio y vitaminas esenciales. Su
inclusión diaria es una estrategia eficaz y accesible para mejorar el
estado nutricional, sostuvo la especialista en nutrición.
Además de una alimentación
balanceada, se recomienda realizar actividad física diaria —como caminatas o
ejercicios de fuerza adaptados—, mantener una hidratación adecuada y acudir
regularmente a chequeos médicos. Igualmente, se aconseja evitar el consumo de
alimentos ultraprocesados, azucarados y con alto contenido de sodio, que pueden
agravar condiciones como la hipertensión o la diabetes. “Los
beneficios de los lácteos van más allá del calcio. Son aliados clave en la
prevención de fragilidad física y deterioro funcional en personas mayores”, subraya
Soto.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario