La Fundación Paiz para la Educación y la Cultura desvela el listado completo de los 46 artistas y colectivos participantes, así como las 11 sedes que acogerán la 24a edición de la Bienal Arte Paiz, titulada El Árbol del Mundo Por primera vez en su historia, la Bienal de Arte Paiz reúne a artistas de los cinco continentes. Curada por el reconocido crítico y curador italiano Eugenio Viola, director artístico del Museo de Arte Moderno de Bogotá (MAMBO) en Colombia, esta 24ª edición se ha ampliado a una escala sin precedentes en términos de ambición, alcance y número de artistas, con obras presentadas tanto en sedes expositivas como en espacios públicos. Entre los principales avances se encuentra su extensión a tres meses de duración, lo que representa otro hito en la historia de la bienal. Entre los aspectos más destacados de esta edición figuran el diálogo entre el arte contemporáneo, piezas de arqueología maya y obras de la Colección Paiz, así como el lanzamiento de un programa de preview VIP y profesional cuidadosamente diseñado que se desarrollará durante dos días completos. Complementando las exposiciones, se llevarán a cabo actividades paralelas en colaboración con instituciones y entidades locales como la Ruta Maya, el Congreso de Antropología y la Ruta Gastronómica, invitando al público a experimentar tanto la Bienal como la cultura guatemalteca desde múltiples perspectivas.
Como pionera en la promoción y el desarrollo del arte en Centroamérica, la Bienal de Arte Paiz ha sido el evento de arte contemporáneo más destacado de la región desde su creación en 1978, lo que la convierte en la sexta bienal más antigua del mundo y la segunda más longeva de América Latina.
Curada por Eugenio Viola, El Árbol del Mundo es un proyecto desplegado en 11 sedes históricas entre Ciudad de Guatemala y Antigua Guatemala, que se inspira en el vasto simbolismo asociado al “árbol de la vida”, un mito arquetípico central en muchas tradiciones antiguas. En la cosmogonía maya, el Árbol del Mundo es un símbolo fundamental que representa la estructura del universo y la conexión entre los diferentes niveles de existencia.Pasando de las cosmogonías antiguas al
presente, El Árbol del Mundo funciona
como una imagen poderosa para explorar y cuestionar las distintas capas de la
realidad. La “metáfora arbórea” representa cómo las diferentes partes de
nuestra sociedad están interconectadas y cómo los problemas en un área pueden
afectar a todo el sistema. Visualiza las relaciones entre las cuestiones
fundamentales, sus manifestaciones estructurales y las diversas experiencias
que conforman las historias personales, pensamientos y aspiraciones de las
personas dentro de la sociedad.
*Obras de nueva creación que
se presentarán por primera vez en la 24a Bienal de Arte Paiz.
El Árbol del Mundo es
un proyecto concebido como un sistema interconectado y de múltiples capas, que
plantea una narrativa descentralizada y no jerárquica para cuestionar los
marcos geopolíticos convencionales, al tiempo que establece conexiones entre
genealogías culturales de Meso y Latinoamérica, el Caribe, África y su
diáspora, Europa, Oriente Medio, Asia y Oceanía.
En una era marcada por la paradoja—donde la conectividad global
coexiste con una creciente intolerancia—El
Árbol del Mundo funciona como una contra-cartografía de resistencia,
resiliencia y regeneración. Presenta múltiples perspectivas dentro de la
compleja red de lenguas, religiones, culturas e historias que conforman nuestra
sociedad globalizada, confrontando tensiones contemporáneas, desafiando
narrativas históricas e infundiendo esperanza en nuestro futuro colectivo.
Eugenio Viola, curador general de la 24a Bienal de Arte Paiz, comenta: “Similar al mapeo sináptico del “árbol dendrítico” en neurociencia, que cartografía las complejas conexiones dentro de las redes neuronales, El Árbol del Mundo despliega una constelación de voces, reimaginadas como un mapa sináptico, que visualiza nuestra sociedad como una red dinámica e interconectada: una cartografía fluida de relaciones humanas, vínculos sociales e intercambios culturales. El Árbol del Mundo conecta diferentes ámbitos de existencia, así como distintos tiempos y experiencias—lo horizontal y lo vertical, lo ancestral y lo presente, lo colectivo y lo individual, lo efímero y lo utópico, la ruptura y la regeneración—invitándonos a reconocer cómo los intercambios y las influencias mutuas moldean nuestras experiencias y perspectivas”.
El Árbol del Mundo activa una variedad de espacios históricos y públicos, así como impresionantes entornos urbanos. Algunos de estos han servido tradicionalmente como sedes de exposición de la Bienal de Arte Paiz, mientras que otros participan por primera vez. La mayoría de las obras—30—son nuevas producciones: instalaciones de gran formato y ambientales concebidas para dialogar con el tema curatorial y responder a las características históricas y arquitectónicas de los espacios de exhibición, permitiendo una interacción dinámica entre las obras y su entorno.
La estrecha relación entre los espacios expositivos internos y las áreas públicas externas potencia las propuestas que priorizan la colaboración y la acción colectiva. Esto se evidencia en las obras de artistas como María Adela Díaz, María José Arjona, Verónica Riedel, Jeff Cán, Diego Cibelli, Carlos Martiel, Mithu Sen, Sonia Barrett, Oscar Murillo y Maria Nepomuceno, entre otros. Sus trabajos exploran los contextos en los que las personas viven e interactúan, destacando la importancia de las experiencias comunitarias y la narrativa en los espacios públicos.
La
24a Bienal de Arte Paiz se enriquece con la inclusión de diversas piezas de
arte arqueológico maya prehispánico, presentadas en colaboración con la Fundación
Ruta Maya. Esta selección incluye esculturas, monumentos, figurillas,
incensarios, adornos de cinturón, urnas y máscaras de los periodos Clásico
Temprano (150/200–650 d.C.), Clásico (150/200–900 d.C.) y Clásico Tardío
(650–900
d.C.). Exhibidas en un diálogo dinámico con obras contemporáneas, estas piezas
El Árbol del Mundo presenta también, en diálogo con la Bienal, una selección de obras que ingresaron a la colección de la Fundación Paiz a través de los premios de adquisición de ediciones anteriores del evento, cuando funcionaba como concurso. Estas piezas, creadas por artistas como Javier Azurdia, César Barrios, Santiago Beltrán, Lourdes De la Riva, Carlos Fanjul, John Hilton, Aníbal López, Sandra Monterroso, Paula Nicho, Ángel Poyón, Isabel Ruiz, Pablo Swezey y Vinicio Villagrán, representan una etapa clave en la historia de la Bienal. Sus enfoques estéticos y temáticos dialogan con el concepto de la Bienal, reforzando la continuidad y la profundidad de su visión.
La 24a Bienal de Arte Paiz consolida su papel como referente cultural en Mesoamérica y en el ámbito internacional, reafirmando el compromiso de la Fundación Paiz con el arte como motor de reflexión y transformación. Esta edición, ampliada a una escala sin precedentes, pone de relieve la dedicación y continuidad de una visión que ha fomentado diálogos críticos y profundos vínculos culturales durante casi medio siglo, posicionando a la Bienal como un espacio significativo de cambio y relevancia global.Se publicará un catálogo bilingüe a todo color (español/inglés), editado por Eugenio Viola, a través de Temblores Publicaciones (Ciudad de México). Incluirá ensayos críticos de Eugenio Viola; Waseem Syed, curador de la Fundación Paiz; y Sofía Paredes, curadora de la Ruta Maya. El catálogo también contará con una amplia gama de ilustraciones y contribuciones críticas sobre los artistas que participan en la 24a Bienal de Arte Paiz.
Toda la información sobre los extensos programas públicos y de
aprendizaje de la Bienal, así como el programa de pre-apertura se desvelarán en
el mes de octubre.
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