En el marco del Día
Mundial del Medio Ambiente, el llamado de las organizaciones internacionales
este 2024 es hacia hacer crecer los bosques, revitalizar las fuentes de agua y
restaurar los suelos. Un llamado que se extiende a todos los sectores,
incluyendo a las empresas productoras, comerciantes y consumidores, dentro de
un proceso de responsabilidad colectiva.
Cada vez más personas
tienen mayor consciencia al adquirir productos cuyos procesos de fabricación
tengan el menor impacto posible en el ambiente. Según un estudio de Nielsen, el
81% de los consumidores mundiales creen que las empresas deberían contribuir a
mejorar el medio ambiente. Incluso consideran que los elementos asociados a ese
producto, como empaques, manejo de residuos y procesos de manufactura, cumplen
con estándares que minimicen el impacto ambiental y el consumo de energía, sin
sobreexplotar los recursos naturales. Además, el informe Global Web Index 2023
revela que el 69% de los consumidores están dispuestos a pagar más por
productos sostenibles.
El ahorro de energía en
los hogares centroamericanos se ha convertido en un tema central en el panorama
global, dado el creciente reconocimiento de los efectos del cambio climático y
la necesidad de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. De
acuerdo con datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe
(CEPAL), los hogares en la región han logrado reducir su consumo energético en
un 12% desde 2015, contribuyendo significativamente a la sostenibilidad
económica y ambiental a largo plazo. Además, se estima que el uso de
tecnologías de eficiencia energética en el hogar podría reducir el consumo
eléctrico hasta en un 30%.
La industria de
manufactura enfocada a la producción de electrodomésticos enfrenta grandes
desafíos para incorporar materias primas acorde a las nuevas políticas de
sustentabilidad, así como programas de recolección de desechos, para evitar que
equipos en desuso terminen en un basurero comunal. Este sector está en primera
línea de acción para atender los llamados internacionales de protección al
ambiente, justamente por ofrecer productos necesarios para todos los hogares
como refrigeradoras, centros de lavado, estufas, aires acondicionados y otros.
"Desde la llegada de Mabe a Centroamérica
en 1966, el compromiso con la eficiencia energética va más allá de la
fabricación de productos avanzados tecnológicamente. A medida que avanzamos
hacia un futuro donde la sostenibilidad es una prioridad global, la compañía
continúa liderando el camino con soluciones innovadoras que no solo satisfacen
las necesidades actuales, sino que también aseguran un legado ambiental
positivo para las generaciones futuras incorporando la investigación constante
y el desarrollo de nuevas tecnologías”, comentó Andrés
Santana,
Gerente de sustentabilidad de mabe CEAM-Andina.
La empresa líder en
fabricación de electrodomésticos, mediante el Modelo Corporativo de
Sustentabilidad, ha reducido las emisiones de gases de efecto invernadero en
las plantas de producción en un 26 %, reducción del 46 % en la intensidad
energética por unidad producida del 2018 al 2022, incrementar la recirculación
y aprovechamiento de agua y aplicar un modelo de producción circular basado en
el ecodiseño. Estas medidas han permitido a Mabe reducir su huella de carbono
en un 18% en los últimos cinco años.
Al ser Centroamérica una
región que cuenta con amplios recursos naturales, hay mayor concientización
para aplicar la sustentabilidad en toda la cadena de producción y asegurar una
retribución para la conservación ambiental. Según el informe "Prácticas
Sostenibles en Centroamérica" del Banco Mundial, el 85% de las empresas en
Centroamérica han adoptado al menos una práctica sostenible en sus operaciones.
Actualmente, en el
mercado hay productos que permiten un mayor ahorro de energía en los hogares: refrigeradores
un 41% de ahorro, lavadoras y centros de lavado ahorran un 76% de agua y un 55%
de energía, secadoras de ropa ahorran un 10% de energía, y aires acondicionados
inverter hasta un 70% de energía. Estos equipos optimizan el consumo eléctrico
según las condiciones ambientales y los hábitos de uso del usuario. Ahora, los
electrodomésticos tienen iluminación LED, que proporciona una iluminación más
eficiente, permitiendo al consumidor elegir productos que agregan valor a su
hogar y están apegados a la conciencia de protección medioambiental. Además, se
está reduciendo el uso de plástico y aumentando el empleo de materiales
reciclables.
Estas innovaciones no
solo reflejan el compromiso de Mabe con la calidad y la innovación, sino
también con la sostenibilidad ambiental. La empresa se esfuerza por integrar
prácticas responsables en todas sus operaciones, desde la fabricación hasta la
comercialización de sus productos, educando a los consumidores sobre la
importancia del ahorro energético y promoviendo un estilo de vida más consciente.
Colaboradores comprometidos
Otra de las buenas prácticas es incluir a los trabajadores y sus
familias en procesos de educación ambiental mediante charlas y talleres de
conocimiento ambiental, siembra de árboles para la recuperación de bosques,
campañas de ahorro energético en los hogares y en centros de trabajo, así como
iniciativas de recolección de residuos y reciclaje. Según datos internos de
Mabe, más 9000 de sus colaboradores han participado en al menos una actividad
de responsabilidad ambiental en el último año, demostrando un fuerte compromiso
con la sustentabilidad. En los últimos meses, se reforestó 800 árboles en
distintas sedes y se adoptaron 1000 especies de plantas para apoyar su
conservación.
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