“Desde jornadas de reforestación y protección de especies vulnerables, hasta la limpieza de lagos, playas y recolección de plásticos, los voluntarios de AJE trabajaron incansablemente para dejar su huella positiva en el planeta. Este es un hito importante para la empresa, pues refuerza nuestra visión de sostenibilidad y genera conciencia ambiental en cada colaborador”, explicó Fernando Matheu, Jefe de Sostenibilidad de AJE CAM.
Agregó que las jornadas de voluntariado apoyan los objetivos estratégicos de la empresa y han sido fundamentales para concientizar sobre la importancia de proteger nuestros bosques y recursos naturales. Además, estas iniciativas han fortalecido los lazos entre la empresa, los colaboradores y las comunidades, promoviendo una cultura de responsabilidad y cooperación.
Tareas compartidas
Matheu explicó que cada país se enfocó en una actividad específica de
acuerdo a las prioridades de sus zonas de influencia.
·
Guatemala:
El equipo de AJE Guatemala, donde participaron 50 colaboradores, se concentró
en la limpieza de las playas de Laguna de Calderas en Amatitlán, y en un
segundo día de voluntariado a la siembra de 200 árboles en esa misma zona.
·
El
Salvador: En El Salvador, 31 colaboradores se unieron a las tareas de la
asociación Aproaves para apoyar a esa entidad en la fabricación y limpieza de
refugios para aves; y, al igual que en Guatemala, también realizaron una
jornada de reforestación.
·
Honduras:
Más de 20 colaboradores de AJE Honduras hicieron su voluntariado en Viña del
Mar, en Omoa, Cortés, donde tuvieron una larga jornada de limpieza de playas.
·
Nicaragua:
El equipo de 35 voluntarios nicaragüenses, trabajó en la siembra de 40 árboles en
la zona de influencia de la planta en Managua.
·
Costa
Rica: Más de 30 voluntarios de AJE Costa Rica se movilizaron al parque
ambiental Río Loro, un área que abastece del líquido vital a tres comunidades,
limpiaron el terreno seleccionado y sembraron más de 30 árboles.
· Panamá: Un grupo de 25 colaboradores de AJE Panamá visitó la Fundación Remar, que se dedica a la rehabilitación de personas con alguna adicción. Su objetivo fue colaborar con los programas de reciclaje y autogestión de la organización.
“En total, se sembraron 320 árboles, participaron
190 colaboradores, se impactó positivamente en las comunidades cercanas a las
operaciones de la empresa, pero lo mejor fue el compromiso de los voluntarios y
la energía que pusieron en este objetivo compartido, que es proteger los
bosques y la biodiversidad en Centroamérica” concluyó Matheu.
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