La Fundación Rozas-Botrán organiza el Festival Arte en Mayo como
parte de una serie de programas que coordina en favor de los sectores más
vulnerables de la región. Una alianza solidaria con artistas visuales
centroamericanos, panameños y de otros países que se ha afianzado de tal manera
que este año se cumplen 22 de celebrar esta actividad única en su género.
Detrás de cada obra seleccionada por el Comité curador hay formas
diferentes de mirar, de madurar, de vivir y de concebir el mundo. A pesar de la
pluralidad, cada una de ellas revela la inquietud por los problemas sociales,
políticos y económicos, los cambios climáticos y el compromiso ciudadano con la
construcción de un futuro mejor.
El Comité curador, entre la diversidad, destacó
la obra de tres pintores, cuyo trabajo produjo un resultado final con identidad
propia, que revela aspectos cotidianos de tres
distintas comunidades de un país y que representan los 3 finalistas de Arte en
Mayo 2020. Ellos son, en orden alfabético:
Sergio Alvarado, originario de Salcajá, Quetzaltenango, quien ha tomado el
camino del paisaje, fusionado con la trama y los colores de los textiles de su
región, con la obra “Florecer No. 110”, de la serie Fragmento del paisaje, un óleo sobre
lienzo.
Juan Bautista Navichoc Pop, un joven
pintor de San Juan La Laguna, municipio de Sololá. Su obra está pintada con
acuarela y tinta. El nombre del trabajo, escrito en t’zutuhil, significa
“Tapiscando”; es la época de recolectar el maíz: doblar las plantas, cortar las
mazorcas.
Manuel Navichoc, con la obra “Donde
se detuvo el tiempo”, de la serie Entre ciclos, realizada con tinta india sobre
papel de algodón; Navichoc, t’zutuhil, de San Pedro la Laguna, municipio de
Sololá, con un surrealismo nos remite a elementos que identifican a las
culturas primigenias guatemaltecas: los textiles y el complejo alimenticio. Su
obra ronda la fantasía, cargada de símbolos que anuncian y denuncian realidades
sociales y culturales.
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