viernes, 30 de agosto de 2019

Holy Cross Hospital presentó la conferencia “Prevención, diagnóstico y tratamiento de accidentes cerebrovasculares"


Los accidentes cerebrovasculares (ACV) constituyen la segunda causa de muerte a nivel mundial y la tercera causa de discapacidad.  El 70% de los ACV ocurren en países de bajos y medianos ingresos, y en las últimas 4 décadas, en estos países la incidencia de estas afecciones aumentó más del doble, mientras que en países desarrollados disminuyó en un 42%.

Un accidente cerebrovascular ocurre cuando el flujo de sangre a una parte del cerebro se detiene durante varios segundos, cortando la llegada de nutrientes y oxígeno a las células, que pueden morir y perder su función ocasionándose un daño neurológico permanente, como la parálisis del cuerpo, problemas del habla y otras incapacidades.

Es este sentido, Holy Cross Hospital de Fort Lauderdale, comprometido con la prevención de los accidentes cerebrovasculares y el tratamientos de calidad a los pacientes que han padecido un ACV, brinda apoyo a la sensibilización, detección temprana, mejorar la calidad del diagnóstico y del tratamiento eficaz de los pacientes con ACV, realizó junto al Hospital Herrera Llerandi y al Hospital Universitario Esperanza, en el marco de la 35 Semana Científica, la conferencia “Prevención, diagnóstico y tratamiento de accidentes cerebrovasculares".

La conferencia estuvo a cargo de los doctores John Cunha y Edward Coopersmith, del equipo multidisciplinar de médicos del Holy Cross Medical Group.

Durante la conferencia, los doctores Cunha y Coopersmith compartieron con la comunidad de médicos nacionales sus conocimientos y experiencia en cómo prevenir los accidentes cerebrovasculares, y cómo la integración multidisciplinaria de especialistas, los avances en su tratamiento y las innovaciones tecnológicas están contribuyendo a tratar más efectivamente los ACV.

Los doctoresCunha y Coopersmith explicaron que es de vital importancia que realicemos todas las medidas a nuestro alcance para prevenir dicha condición, ya que, según datos de la Asociación Americana del Corazón (AHA, por sus siglas en inglés) se calcula que cada año aproximadamente más de 795,000 estadounidenses sufren un primer accidente cerebrovascular o una recurrencia.  Los que sobreviven pueden quedar paralíticos, sufrir problemas emocionales o padecer trastornos del habla, la memoria o el juicio.  El grado de la lesión o del trastorno depende de cuál haya sido la arteria obstruida y durante cuánto tiempo quedó obstruida.

También, explicaron que la mayoría de los accidentes cerebrovasculares se producen en personas mayores de 65 años de edad. Aunque muchos de ellos se producen sin advertencia previa, existen ciertos síntomas físicos que pueden advertirnos que estamos sufriendo un accidente cerebrovascular. Hay que aprender a reconocer estos síntomas.

Asimismo, explicaron a los asistentes que existen dos tipos principales  de accidentes cerebro vascular: el isquémico y el hemorrágico. La causa de la isquemia cerebral es un coágulo sanguíneo que detiene el aporte de sangre y la causa de una hemorragia cerebral es la ruptura de un vaso sanguíneo que transporta sangre en el cerebro, lo que provoca daños cerebrales.


Entre los factores de riesgo para un ACV, los doctores Cunha y Coopersmith indicaron que están: la edad, tabaquismo, tensión arterial alta (hipertensión), obesidad, régimen alto en colesterol y diabetes,  consumo excesivo de alcohol, tabaquismo, falta de ejercicio físico regular y estrés.

También, compartieron que los síntomas de un accidente cerebrovascular suelen aparecer repentinamente y son: entumecimiento o debilidad en un costado del cuerpo, debilidad de la cara, mareo, dificultad para hablar o comprender, y dolor de cabeza fuerte.

Los doctores Cunha y Coopersmith explicaron que lo más importante es la prevención, porque una alimentación deficiente puede llegar a ser un alto factor de riesgo de un accidente cerebrovascular. Los alimentos con alto contenido de grasa pueden llevar a la formación de placas de grasa en las arterias, y la obesidad puede provocar una tensión arterial alta (hipertensión).

Se recomienda una alimentación baja en grasas y alta en fibra, incluyendo mucha fruta y verdura fresca (cinco raciones al día) y alimentos integrales.  El ejercicio físico regular (un mínimo de 30 minutos cinco veces por semana) hará que el corazón y la circulación sanguínea sean más eficaces, bajará el nivel de colesterol de la sangre y mantendrá la tensión arterial a un nivel saludable.  Dejar de fumar es un factor muy importante ya que se reduce la tensión arterial y la formación de placas grasas en las arterias. Se recomienda también no consumir alcohol.

Los doctores Cunha y Coopersmith, señalaron que los daños causados por un accidente cerebrovascular pueden ser extensos y prolongados.  Muchas personas necesitan un largo periodo de rehabilitación antes de poder recuperar la independencia que tenían. Pueden existir problemas de habla, memoria, movilidad, coordinación y realización de las tareas cotidianas. Después de un accidente cerebrovascular, también es común tener sensaciones de depresión y ansiedad. Puede ser necesaria una terapia psicológica y la toma de medicamentos para sentirse mejor.

El proceso de rehabilitación en un ACV es específico en cada caso concreto, y dependerá de los síntomas y la gravedad de los mismos. En Holy Cross Hospital existe un equipo de especialistas multidisciplinar que atienden a los pacientes que padecen un ACV, el cual está conformado por: fisioterapeutas, psicólogos, terapeutas ocupacionales, enfermeras especializadas y médicos.

El Dr. Manuel Mantecón,Director del Departamento de Servicios internacionales de Holy Cross Hospital, expresó: “En Holy Cross Hospital, recomendamos a los pacientes que para prevenir un accidente cerebrovascular, es importante que tengan un estilo de vida saludable y que para la detección temprana de un ACV acudan con regularidad a su médico y se realicen los exámenes de rutina que el especialista les indique.”  El Dr. Mantecón, agregó:“En Holy Cross Hospital nos caracterizamos por ofrecer un cuidado excepcional, integral y compasivo a través de nuestro equipo multidisciplinario de médicos y cirujanos especializados y debidamente certificados, enfermeras altamente capacitadas, técnicos especializados, terapeutas experimentados, nutricionistas y personal auxiliar de apoyo, proporcionando a los pacientes una atención médica especializada antes y después del tratamiento recomendado.”

Holy Cross Hospital ha recibido por varios años el Premio American Heart Association/American Stroke Association’s Get With The Guidelines®-Stroke Gold Plus Achievement Award with Target: StrokeSM Honor Roll Elite Plus. El premio reconoce el compromiso del hospital de proporcionar el tratamiento para el accidente cerebrovascular más adecuado de acuerdo con las directrices basadas en investigaciones reconocidas a nivel nacional y basadas en la evidencia científica más reciente.                                                                                      


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