martes, 24 de octubre de 2017

El Ministerio de Cultura y Deportes y la Orquesta Sinfónica Nacional

Patrimonio Cultural de la Nación presentan el X concierto de Temporada Extraordinaria, en la Gran Sala del Centro Cultural Miguel Ángel Asturias, el jueves 26 de octubre de 2017, a las 20:00 horas.
Boletos Q50. Y Q70.

La preventa se está llevando a cabo en las oficinas de la Orquesta Sinfónica, 3era avenida, 4-61, zona 1, edificio del Conservatorio Nacional de Música “Germán Alcántara”, la entrada es por la 5ª. Calle.

Director invitado

Gabriel Yela

Actualmente es catedrático de Armonía y Contrapunto en el Conservatorio Nacional de Música "Germán Alcántara", y Flautista principal de la Orquesta Sinfónica Nacional de Guatemala.  Egresado del Conservatorio Germán Alcántara, y de la Escuela Superior de Arte de la Universidad Galileo.  Estudió composición electroacústica, y edición de Audio en España en el LIEM (Laboratorio en Informática y Electrónica Musical), recibió un curso de Interpretación y Composición en la Escuela Nacional de Música de la UNAM en México.  También estudió Flauta con el Dr. Alejandro Escuer, en Costa Rica; estudió con el maestro Gabriel Goñi en el Instituto Nacional de Música, en Italia en la Accademia Musicale "Chigiana" en Siena. Así mismo estudió con el maestro Auréle Nicolet, en Puerto Rico con el maestro Peter Kern. Sus maestros de Flauta en Guatemala fueron Julio García Peláez y Gustavo Adolfo Gómez García.
Es compositor y productor independiente, sus obras de música de cámara están en la casa editorial Cayambis Music Press en Estados Unidos.
La composición lo hizo abordar la dirección musical de sus propias obras inicialmente, luego abarcó repertorio desde el barroco hasta lo contemporáneo, presentándose ocasionalmente
como director invitado de diversas temporadas con la OSN de Guatemala.


Solista invitado en el arpa
Otto Thiel
 Otto Thiel-Lemmerhofer nació en Guatemala en 1958. Inició sus estudios musicales en el Conservatorio Nacional de Musica “Germàn Alcántara” siendo sus maestros Buenaventura Robles Peralta (arpa) Juan de Dios Montenegro (piano) y Alberto Navas (canto). Egresó en 1978 y luego continuó su formación musical en Alemania con la maestra Lieselotte Potuloff-Schad. Ha tomado parte como arpista en recitales, conciertos y operas en Latinoamerica, Estados unidos, diversos países europeos, Africa, Asia y Australia.

 Notas al programa de mano por: Ernesto E. Calderón

H.BERLIOZ - Obertura Carnaval Romano Op. 9

Esta es una de las oberturas creadas para ser una composición separada de una obra más grande, específicamente de una ópera, que es la forma musical que suele tener dicha introducción. Por lo tanto pertenece al género conocido como Obertura de Concierto.
Es una obra compuesta para gran orquesta (1843), estrenada el 3 de febrero de 1844 en la Sala Herz, ubicada en París, bajo la dirección del propio Berlioz.  
Es muy interesante observar que el material musical de la obertura fue tomado de la ópera Benvenuto Cellini, que Berlioz compuso anteriormente, pero que desgraciadamente fracasó rotundamente en su estreno de 1838.
Berlioz hizo referencia a su conocimiento de Italia para la composición de la obra, e incluso basó el título de la obertura en el Carnaval que se presenta en la ópera de la cual tomó los temas.
La obertura inmediatamente tuvo un éxito fervoroso y en la actualidad se conoce como una de las más famosas obras del compositor, junto a la Sinfonía Fantástica, que también escucharemos esta noche.
Uno de los temas más reconocibles de la ópera  (Benvenuto Cellini), es el famoso tema expuesto por el corno inglés, que es el del aria “O teresa, vous que j’aime”, este da paso al siguiente, también reconocible, pues pertenece al saltarello, que se basa en las danzas que el compositor escuchó en Roma.
El año del estreno de esta obertura es particularmente importante para la historia de la teoría musical, pues Berlioz publicó su “Tratado de Instrumentación y Orquestación”, texto del cual muchísimos músicos hemos aprendido el arte de la combinación de sonoridades y texturas instrumentales, por casi dos siglos… y de la mano de un verdadero maestro en este particular, ya que Berlioz no trataba la orquestación como una mera técnica, sino como un arte, similar al uso de una paleta de colores.
Berlioz expresó la determinación de las obras según su concepción estructural – instrumental, aseverando que hay obras que nacen para ser orquestales, en lugar de haber sido compuestas en el piano y luego trasladadas a la orquesta, por ejemplo.
La obertura “Carnaval Romano”, se estaba componiendo al tiempo que se hacía este tratado, por lo que es interesante comparar lo que el libro reclama en esta obra, como el especial tratamiento de la viola, tan relegada en compositores anteriores a este tratado. Además tiene métodos de estructuración temática muy atrevidos y avanzados para el tiempo en que fue compuesta la obra, algo verdaderamente “admirable”.

FRANCOSIS-ADRIEN BOIELDIEU - Concierto para Arpa y Orquesta
Francois-Adrien Boieldieu fue un compositor francés nacido en Ruan en 1775 y ha sido uno de los músicos más precoces de la historia, tanto así que fue llamado el “Mozart” francés.  Si bien no es muy conocido actualmente, su trabajo es extraordinario y en su tiempo fue muy reconocido. Compuso su primera ópera a los dieciocho años, con una carrera en la que compuso 37 óperas más. Viajó a San Petesburgo, luego de su fracaso matrimonial,  para ocupar el cargo de “Compositor de la Corte del Zar”, estuvo siete años en Rusia y compuso diez óperas, aunque se suponía que debía escribir tres óperas al año.
Su directa competencia al regreso a París fue nada más que Gioachino Rossini.
Su concierto para arpa y orquesta en Do Mayor, Op. 77 se contextualiza dentro de su amistad con el inventor de un nuevo tipo de arpa, Sebastián Erard. Este concierto, además de ser vivaz y sutil, contiene las molduras clásicas de la elegancia y refinación de la música típicamente francesa, por lo que se considera a la obra como un ejemplo del ideal compositivo de la época en Francia. El primer movimiento cumple con la forma convencional del género concertístico e incluso exhibe una larga introducción temática que el arpa desarrolla con un homofónico acompañamiento orquestal. El discurso arpístico durante todo el concierto es dinámico y evolutivo, desde temas concisos hasta grandes extensiones de denotado virtuosismo instrumental.
De las más aplaudidas y recordadas óperas del compositor es Le Calife de Bagdad, que junto a su Concierto para Arpa y Orquesta se posicionan como las obras más reconocidas de Boieldieu; después, por supuesto, de su obra maestra: La Dame Blanche (1825), basada en novelas del gran Walter Scott. Ocupó la posición de maestro de composición en el Conservatorio de París, trabajo que se dificultó, igual que todo lo demás, con su progresiva pérdida de la voz, probablemente debido a cáncer de laringe. Murió en Varennes-Jarcy, el 8 de octubre de 1834, a los 59 años.

H.BERLIOZ Sinfonía Fantástica Op. 14
Esta es una de las obras obligatorias en todo repertorio de las Orquestas Sinfónicas del mundo, igualmente, es obra familiar para cualquier melómano. El subtítulo de la obra es “Episodio de la vida de un Artista” y cabe mencionar que desde su estreno, la noche del 5 de diciembre de 1830 en el Conservatorio de París bajo la Dirección de François-Antoine Habeneck, ha gozado de amplia aceptación del público.  Cabe destacar que Berlioz la dedicó a Nicolás I de Rusia.
La Sinfonía Fantástica es el pináculo y ejemplo de la música programática, es decir, aquella música que evoca una situación, sensación, sentimiento, recuerdo, personaje, etc.
Esta se muestra evocativa desde la concepción de los nombres de sus movimientos:
1.       Sueños y pasiones,
2.       Un baile,
3.       Escena en el campo,
4.       Marcha al suplicio,
5.       Sueño de una noche de aquelarre.
La Sinfonía tiene un programa bien definido, es decir, guarda una trama literaria descriptiva que la música obedece y sigue. La obra versa sobre el primer amor de Berlioz, personificado en Harriet Smithson, este sentimiento es el motivo distintivo, conocido como “idea fija”,  que aparece a través de toda la sinfonía.  En general se basa en una obra literaria que trata acerca de los sueños de un músico con el corazón roto por un desamor (conmovedoramente autobiográfico).
El primer movimiento recurre a fotografiar musicalmente, empezando en do menor, las emociones transfiguradas del joven músico bajo los efectos del opio al que recurre desesperadamente.  En sus sueños recuerda el tiempo feliz de su vida, previo a conocer a la mujer amada, quien se convierte en Sigue describiendo el intempestivo amor que es a su vez no recompensado, por lo que se nota la dicotomía entre la ilusión y el triste desprecio.
Luego que el joven músico es despreciado, el segundo movimiento, describe cuando éste se encuentra con su amada en un baile, por lo que escucharemos un vals inquieto y hasta desesperado en donde vuelve la “idea fija” rompiendo la secuencia del ritmo ternario.
El tercer movimiento recurre a los cantos pastoriles, inspirados seguramente en la 6ª. Sinfonía de L. v. Beethoven (Pastoral). Aquí se nos relata la historia de dos pastores (oboe y corno inglés) que disfrutan de una tranquila tarde, hasta que aparece de nuevo en el pensamiento  “la amada” y el movimiento se torna oscuro y de nuevo dicotómico, entre el sufrimiento y la tranquilidad. Hacia el final reaparece el corno inglés, recordándonos la escena primaria.
El siguiente movimiento es la Marcha al Suplicio, en el que el joven sueña con haber asesinado a su amada, por lo que es condenado a la muerte por guillotina.  Es tan descriptiva la música que podremos escuchar el camino (marcha) al cadalso y hasta la caída de la cabeza cortada y subsiguientes gotas de sangre.

El final es exuberante y mordaz, pues el músico sueña con asistir a su funeral, al que asisten celebrantes demonios, monstruos, brujas y espíritus malditos, dentro de los cuales ve a su amada convertida en una arpía. La “idea fija” es expuesta aquí por el clarinete, cantando a la llegada de la amada transformada. Hay unas campanas que resuenan sobre el “Dies Irae” – “La ira de Dios”, que es una parte de la misa de muertos “Requiem”, describiendo un juicio divino.                                           

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