Una
porción es una unidad de medida de alimentos, bebidas o preparaciones que nos
facilitan su consumo y control. Recientes estudios científicos nos hablan sobre
la necesidad de controlar los tamaños de las mismas, tomando en cuenta que 100
calorías diarias adicionales, es decir por arriba de lo que necesitamos para
estar sanos, se traducen en un aumento de 5 kilogramos extra cada año.
Al momento
de preparar la lonchera de los niños hay que evitar las porciones grandes. Ya
que su estómago es pequeño, necesitan alimentos muy nutritivos para que en
pequeñas cantidades obtengan todo lo que necesitan para el día. La leche es una
gran opción, ya que les aporta energía, proteínas, vitaminas y minerales en muy
buena cantidad. Una porción de leche adecuada es de alrededor de 240 ml, es
decir, lo que encuentras en un envase individual de Tetra Pak de leche
ultrapasteurizada.
La cantidad de
porciones que cada uno necesita es totalmente personal ya que depende del peso,
estatura, edad, si eres hombre o mujer y por supuesto de cuánta actividad
física realizas diariamente. No es lo mismo la cantidad de comida que necesita
un atleta de alto rendimiento que un niño en edad escolar.
Es importante medir
tanto las porciones de alimentos sólidos como de las bebidas, ya que una
adecuada hidratación también es fundamental para optimizar el rendimiento
escolar. Además del agua y la leche, se pueden incluir jugos, agua de coco y
otras bebidas en envases asépticos, que no requieren refrigeración, mantienen a
los alimentos libres de gérmenes hasta no ser abiertos, y resultan muy
prácticos para transportar. Por ejemplo, para la hora del recreo de los niños porciones de 200
ml son excelentes, ya que además de hidratarlos les darán energía y nutrientes
adicionales.
La merienda de la escuela es
importante para los niños, y aunque el primer
paso es que salgan de casa con un desayuno completo, organizar la
lonchera puede ser una excelente oportunidad para asegurar una nutrición sana y
equilibrada.
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