El agua es un
compuesto bastante simple, pero de los componentes esenciales para los seres
vivos, es el más importante ya que promociona el medio por el cual otros
nutrientes pueden funcionar y ayuda a la regulación de la temperatura corporal.
Aunque los
humanos podemos sobrevivir alrededor de siete días sin agua bajo óptimas
condiciones, las pérdidas de agua corporal a través de la deshidratación pueden
ser letales en un corto lapso, aun en unas cuantas horas .
Todos perdemos
agua diariamente, a través del sudor y cuando se realizan actividades naturales
como ir al baño o incluso respirar. Sin embargo, la pérdida de agua es mayor
con climas cálidos o cuando sudamos mucho, por ejemplo, durante una carrera.
Durante el
verano buscamos opciones para disfrutar, como playa, piscina, palmeras,
actividades de recreación, mucha comida y bloqueador solar, las cuales hacen
que todo sea perfecto. Sin embargo, muchas
personas pueden empezar a experimentar fatiga, aumento del pulso y frecuencia
respiratoria, sed intensa, mareos y confusión, entre otros; éstos son síntomas
de una inadecuada hidratación.
¿Cómo sabemos si estamos bien hidratados?
Una de las
formas sencillas de saber si el grado de hidratación es adecuado, es con el
color de la orina, entre más obscuro sea el color, mayor es la deshidratación. También si realizamos una actividad física (y
se cuenta con la opción de una balanza) podemos considerar pesarnos antes y
después de la actividad; la pérdida de sudor en mililitros es igual a los
gramos de líquidos perdidos durante el ejercicio.
¿Qué debe contener una bebida
hidratante?
Se recomienda que la bebida disponible sea
sin gas y que se tome a una temperatura agradable, a una temperatura óptima
entre 12 y 14°C.
Así mismo, no tiene que ser agua muy rica en minerales, ya que se debe
evitar algún desequilibrio de electrolitos para no generar alguna
descompensación de alguna enfermedad como hipertensión arterial o alguna
insuficiencia del corazón(2).
Lo importante de una bebida para hidratar no
solamente es su aporte de agua, sino también de carbohidratos (glucosa,
polímeros de glucosa, sacarosa o fructuosa); el contenido de azúcar varía entre
del 5 al 10%; y algunos electrolitos como sodio, cloro, potasio y fósforo .
¿Se
puede utilizar la leche como un hidratante en personas que realizan ejercicio?
La leche y los
productos lácteos representan una excelente fuente de proteínas, lípidos,
aminoácidos, vitaminas y minerales. El
consumo regular de leche y productos lácteos ha sido bien documentado por tener
muchos beneficios generales para la salud.
La leche, especialmente las variedades bajas en grasa, tiene una serie
de características que la convierten en una bebida de recuperación muy buena.
En primer lugar,
contiene carbohidratos (lactosa) en cantidades similares a muchas bebidas
deportivas (glucosa, maltodextrina). Es
una buena fuente de proteína en forma de caseína y proteínas de suero
(proporción de ~ 4: 1), que cuando se consumen juntas se digieren y absorben
lentamente, esto permite que los nutrientes que se requieren para la formación
de músculo lleguen de forma constante. La proteína de suero también contiene
una gran proporción de aminoácidos de cadena ramificada y el aminoácido leucina
(algunos de los componentes que forman las proteínas), que se ha sugerido que
tienen un papel integral en el desarrollo muscular y la producción de proteínas.
Cuando se compara con otras fuentes de proteínas, el consumo de leche baja en
grasa logra que los nutrientes que forman las proteínas lleguen a los tejidos eficientemente.
La leche también contiene altas concentraciones de los electrolitos sodio y
potasio, que se pierden naturalmente a través de la sudoración durante el ejercicio. Las altas concentraciones de estos
electrolitos ayudan a la rehidratación.
En un
experimento, se trabajó en verificar la efectividad de la leche baja en grasa,
leche baja en grasa con una cantidad adecuada de sodio, un hidratante comercial
y agua, en el restablecimiento del equilibrio de líquidos (fluidos) después de
una deshidratación provocada por el ejercicio a un grupo de individuos; varios
investigadores sometieron a los participantes a tomar 20 minutos después de
finalizar el ejercicio, un volumen equivalente a 150% del sudor perdido durante
el ejercicio (2 litros aproximadamente), de cada una de las bebidas, y se monitoreó
la producción de orina por 4 horas. Los
resultados generaron que ambos tipos de leche son una solución efectiva para
promover el restablecimiento de la deshidratación provocada por el ejercicio,
comparada con el consumo de los otros productos. La producción de orina fue menor con la leche
y con leche más sodio.
En otra
investigación los investigadores sometieron a un grupo de ciclistas entrenados
en grandes distancias a un entrenamiento intenso por intervalos, seguido por 4
horas de recuperación, una prueba de resistencia hasta la fatiga en tres
momentos diferentes; durante el periodo de recuperación, tomaron cantidades
iguales de una de tres bebidas (leche con chocolate, rehidratante comercial, o
bebida especializada para reponer carbohidratos). Se comparó el tiempo de fatiga y el total de
trabajo realizado en la prueba de resistencia, y se determinó que la bebida de
leche con chocolate y la bebida rehidratante comercial obtuvieron resultados
similares entre sí, pero superiores a los obtenidos con la bebida
especializada. Los investigadores
concluyeron que la bebida de leche con chocolate es una ayuda efectiva para la
recuperación .
Por todo lo
anterior, es evidente que la ciencia ha comprobado que la leche como hidratante
es una excelente opción, en especial la leche descremada adicionada con
chocolate. Lo que resta por el momento
es comunicar estos beneficios para que las personas que realizan ejercicio de
forma constante, y sobre todo en épocas de verano; seleccionen un hidrante como
la leche que les brinde los mejores beneficios para la salud.
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