En el marco del 21º
Congreso Internacional de Nutrición, que se celebró del 15 al 20 de octubre en
Buenos Aires (Argentina), se abordó el papel y beneficios de los edulcorantes
bajos en o sin calorías en la alimentación actual a través de un simposio
monográfico. En concreto, este Congreso Internacional, que lleva por título
“Desde la Ciencia a la Seguridad Nutricional” y en el que participaron unos
3.200 expertos de todo el mundo, se acogió el Simposio “Edulcorantes:
beneficios y aplicaciones en el siglo XXI”, organizado por la Fundación para la
Investigación Nutricional (FIN) y la Fundación Española de la Nutrición (FEN).
En este encuentro profesionales de la salud y la nutrición analizaron y
debatieron aspectos relativos a la seguridad y los beneficios de los edulcorantes
bajos en o sin calorías en un contexto de alternativas para la reducción de
azúcar, prevención de la obesidad, aplicaciones y usos en alimentos y bebidas
para diabéticos y otras problemáticas relacionadas con la salud.
Los edulcorantes
bajos en o sin calorías se utilizan en multitud de productos alimenticios del
sector de la alimentación y las bebidas, incluidos los postres helados,
batidos, bebidas vegetales, néctares y bebidas a base de zumo, yogures,
refrescos, galletas, chicles, golosinas, e incluso en productos farmacéuticos, positivando
la palatabilidad de algunos medicamentos.
Seguridad de los edulcorantes
Durante este
simposio, el Prof. Lluís Serra-Majem, Catedrático de Medicina Preventiva y
Salud Pública, Director del Instituto de Investigaciones Biomédicas y
Sanitarias de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, y presidente de la
Fundación para la Investigación Nutricional y de la Academia Española de la
Nutrición y Ciencias de la Alimentación, señaló que “los edulcorantes son
utilizados de forma segura por los consumidores de todo el mundo desde hace más
de un siglo”, y recuerda que “obtener autorización para eldesarrollo de un
nuevo edulcorante bajo o sin calorías es un proceso largo y científicamente muy
riguroso. En concreto, únicamente es posible solicitar la aprobación de un
edulcorante bajo o sin calorías tras someterlo previamente a pruebas estrictas
y proporcionar evidencia científica sobre su seguridad y la utilidad del
producto”.
Los edulcorantes,
continúa Serra-Majem “constituyen un campo de la dietética y nutrición de
indudable interés y actualidad no exento de nuevos estudios y avances
científicos, por lo que se hacen necesarios encuentros similares a éste que
contribuyan a un mayor conocimiento y donde se analicen sus beneficios,
seguridad y aplicaciones actuales”.
En opinión de la
Prof. Anne Raben, del departamento de Nutrición, Ejercicio y Deportes de la
Facultad de Ciencias de la Universidad de Copenhague (Dinamarca), “se han hecho
públicos algunos estudios que asocian los edulcorantes bajos en calorías al
riesgo de aumento del apetito, la ingesta de alimentos y por tanto con el
incremento de peso. Sin embargo, estudios de intervención llevados a cabo
durante los últimos 25-30 años han demostrado que los edulcorantes bajos en o
sin calorías no estimulan el apetito ni aumentan el peso corporal. Diversos
metaanálisis realizados en los últimos años han concluido de forma bastante
unánime que el uso de edulcorantes bajos en o sin calorías puede contribuir a
reducir el peso corporal en comparación con el azúcar”.
Por su parte, la
Dra. Susana Socolovsky, doctora en Ciencias Químicas de la Universidad de
Buenos Aires y presidenta electa de la Asociación Argentina de Tecnólogos de la
Alimentación, recuerda que “los edulcorantes bajos en o sin calorías se
utilizan en una gran variedad de alimentos y bebidas dado el interés de algunos
consumidores por controlar su peso corporal, ingerir alimentos dulces evitando
el consumo de azúcares en el caso de los diabéticos o evitar la caries. Gracias
al riguroso marco normativo existente que se origina en la evaluación del
edulcorante por parte del Comité Mixto FAO/OMS de Expertos en Aditivos
Alimentarios (JECFA, por sus siglas en inglés), los edulcorantes bajos en o sin
calorías son componentes seguros en la dieta de la población general”.
Finalmente, el Dr.
Hugo A. Laviada, Coordinador del grupo de trabajo en Obesidad de la Sociedad
Mexicana de Nutrición y Endocrinología e Investigador en Metabolismo y
Nutrición Humana de la Universidad Marista de Mérida, destacó que “la
utilización estructurada de edulcorantes no calóricos en programas de control
de peso o en el manejo nutricional terapéutico de personas con diabetes y con
sobrepeso y obesidad, siempre y cuando se sustituyan en dichos programas los
endulzantes calóricos, puede contribuir a la reducción ponderal y al control
metabólico en programas estructurados y supervisados”.
El uso de los
edulcorantes bajos en o sin calorías supone un tema de actualidad y gran
interés para la comunidad científica, tanto en el ámbito de la epidemiología
como en el de la seguridad, la dietética y la nutrición, y su uso se remonta en
algunos casos a más de 100 años.
En la actualidad,
la variedad de edulcorantes bajos en o sin calorías existente hace que cada vez
tengan más presencia reuniones científicas monográficas similares a ésta para
abordar esta temática. En concreto, en el mes de julio tuvo lugar en Lisboa un
encuentro en el que 67 expertos internacionales en alimentación, nutrición,
dietética, endocrinología, actividad física y salud en general se reunieron
para elaborar un Consenso sobre los edulcorantes bajos en o sin calorías. Dicha
reunión contó con la participación de un total de 42 sociedades y fundaciones de
nutrición y dietética, sociedades médicas, universidades y centros de
investigación europeos e iberoamericanos.
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