Conforme
se acumulan calendarios, algunas cosas cambian, el cabello se empieza a teñir
de blanco, los gustos cambian, se suman experiencias y se atesoran historias
por contar, esto conlleva ir adecuando los hábitos para seguir disfrutando de
una buena calidad de vida, y la alimentación es un punto clave en el proceso de
mantenerse activo y saludable a pesar de los años.
Actividad física
Este es otro tema que no deben descuidar los
mayores de 65 años, acá algunos tips:
ü Caminar, subir escaleras, arreglar
el jardín, nadar o inscribirse en clases de baile o algún deporte de su
agrado, toda actividad es válida para mantenerse activo.
ü Lo ideal es realizar 40
minutos a 1 hora diaria de algún ejercicio que no necesita ser vigoroso,
pero si mantenido en el tiempo.
ü Recuerde, un poco de
ejercicio es mejor que nada; aunque se realice por periodos de 10 a 15
minutos.
ü Si tiene alguna limitación física,
consulte a un profesional de salud para realizar los ejercicios apropiados
a su condición.
Fuente: Ana Cristina Gutiérrez, nutricionista.
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La
experta afirma que en esta población también es frecuente que pierdan en
interés por alimentarse cuando deben hacerlo solos, debido a que están viviendo
solos o a que las personas con quienes conviven no están en las horas del
almuerzo.
Esto
vuelve más importante ofrecerles alimentos muy bien seleccionados y que llenen
sus necesidades específicas, pero que vayan de acuerdo a sus gustos. Por
ejemplo, lácteos descremados que les aportan proteínas, calcio, vitaminas A y B;
pescado, carnes y huevos que contienen proteínas, hierro, zinc y cobre; verduras
y frutas que son fuente de vitaminas A y C, antioxidantes y fibra dietética; y
pan, cereales y vegetales harinosos que aportan calorías, hidratos de carbono,
fibra dietética y proteínas.
Eso sí,
la nutricionista recomienda consultar con un profesional en salud, cuando la
persona padece alguna condición de salud que deba tomarse en cuenta a la hora
de decidir el plan alimenticio. Además, tener presente algunos otros aspectos como
los tiempos de comida, las horas de sueño, los medicamentos que se consumen, el
tipo de actividad física que realiza la persona, las preferencias y
restricciones alimentarias, el historial de enfermedades, la función digestiva
y el consumo de líquido.
De la
misma manera, los suplementos vitamínicos son una herramienta para suplementar
la alimentación del adulto mayor “ya que muchas veces disminuyen su ingesta de
alimentos y varían su dieta por sus condiciones de salud; otras veces presentan
problemas para absorber nutrientes o no consumen los nutrientes importantes, por
tanto, los suplementos vienen a cumplir un papel importante para nutrir al
adulto mayor”, concluye la experta.
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