jueves, 17 de noviembre de 2016

Alimentación debe adecuarse a condición de adultos mayores

Conforme se acumulan calendarios, algunas cosas cambian, el cabello se empieza a teñir de blanco, los gustos cambian, se suman experiencias y se atesoran historias por contar, esto conlleva ir adecuando los hábitos para seguir disfrutando de una buena calidad de vida, y la alimentación es un punto clave en el proceso de mantenerse activo y saludable a pesar de los años.
Actividad física
Este es otro tema que no deben descuidar los mayores de 65 años, acá algunos tips:
ü Caminar, subir escaleras, arreglar el jardín, nadar o inscribirse en clases de baile o algún deporte de su agrado, toda actividad es válida para mantenerse activo.
ü Lo ideal es realizar 40 minutos a 1 hora diaria de algún ejercicio que no necesita ser vigoroso, pero si mantenido en el tiempo.
ü Recuerde, un poco de ejercicio es mejor que nada; aunque se realice por periodos de 10 a 15 minutos.
ü  Si tiene alguna limitación física, consulte a un profesional de salud para realizar los ejercicios apropiados a su condición.
Fuente: Ana Cristina Gutiérrez, nutricionista.
Ana Cristina Gutiérrez, asesora nutricional de Herbalife, asegura que además de cuidar la composición nutricional de los alimentos que se ofrecen a los adultos mayores, es importante cuidar otros aspectos, dado que ellos son una población vulnerable a padecer malnutrición por varias condiciones. Por ello “se debe cuidar la textura de los alimentos para que sean fáciles de masticar y deglutir, por ejemplo, prepararles algunos tipos de papilla, las carnes con cortes suaves y en trocitos pequeños, o bien usar suplementos alimenticios bajo la guía del nutricionista o médico”
La experta afirma que en esta población también es frecuente que pierdan en interés por alimentarse cuando deben hacerlo solos, debido a que están viviendo solos o a que las personas con quienes conviven no están en las horas del almuerzo.
Esto vuelve más importante ofrecerles alimentos muy bien seleccionados y que llenen sus necesidades específicas, pero que vayan de acuerdo a sus gustos. Por ejemplo, lácteos descremados que les aportan proteínas, calcio, vitaminas A y B; pescado, carnes y huevos que contienen proteínas, hierro, zinc y cobre; verduras y frutas que son fuente de vitaminas A y C, antioxidantes y fibra dietética; y pan, cereales y vegetales harinosos que aportan calorías, hidratos de carbono, fibra dietética y proteínas.
Eso sí, la nutricionista recomienda consultar con un profesional en salud, cuando la persona padece alguna condición de salud que deba tomarse en cuenta a la hora de decidir el plan alimenticio. Además, tener presente algunos otros aspectos como los tiempos de comida, las horas de sueño, los medicamentos que se consumen, el tipo de actividad física que realiza la persona, las preferencias y restricciones alimentarias, el historial de enfermedades, la función digestiva y el consumo de líquido.

De la misma manera, los suplementos vitamínicos son una herramienta para suplementar la alimentación del adulto mayor “ya que muchas veces disminuyen su ingesta de alimentos y varían su dieta por sus condiciones de salud; otras veces presentan problemas para absorber nutrientes o no consumen los nutrientes importantes, por tanto, los suplementos vienen a cumplir un papel importante para nutrir al adulto mayor”, concluye la experta.                  
 

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