Por noveno año, se realiza la campaña internacional Julio libre de plástico, (Plastic
Free July), que inició en Australia y que ahora es un movimiento global. La
organización guatemalteca Rescue the
Planet, apoya esta iniciativa e invita a los guatemaltecos a unirse al reto
y rechazar el plástico de un solo uso durante el mes de julio, para luego
convertirlo en una forma de vida.
Aunque los desechos de plástico se producen en la tierra y contaminan la
misma, también provocan problemas en el océano. De hecho, se estima que, si se
continúa con el mismo ritmo de consumo de plástico de un solo uso, habrá más
plástico que peces en el océano para el 2050.
Al respecto Sergio Izquierdo, director de Rescue the Planet, manifiesta: “la única opción es rechazar el
plástico de un solo uso. El reciclaje, no es una opción, ya que actualmente
sólo se alcanza a recuperar con el reciclaje entre 5 y 10% del plástico que se
produce a nivel mundial, y lo peor es que paradójicamente éste pareciera
estimular su consumo al acallar la conciencia ambiental y darnos la falsa
sensación de que “todo esta bien” y bajo control”.
Aunque el problema del desperdicio de plástico es incalculable, las
pequeñas acciones pueden tener un gran impacto.
De acuerdo con Sergio Izquierdo es posible hacer la diferencia al convertirnos
en consumidores selectivos. Es decir,
en lugar de elegir productos embalados en plástico, preferir siempre opciones
amigables con el medio ambiente, de preferencia empaques reutilizables y mejor
aún si es en materiales sostenibles como el vidrio, papel o bolsas de tela. Si compramos café en taza desechable todos los
días, podemos llevar un envase reutilizable; utilicemos bolsas de tela para
comprar comestibles, o incluso cambiar a jabón o shampoo de barra y descartar
el uso del jabón líquido, con esto estaremos disminuyendo de forma muy
importante la utilización de envases plásticos que no aportan al producto y
solamente provocan más desechos. Durante
esta pandemia, elegir mascarillas reutilizables, también resulta ser una excelente
opción para disminuir la cantidad de desechos que llegan a los océanos.
“Este movimiento internacional es una excelente oportunidad para que
durante el confinamiento, seamos creativos con la forma de reducir el uso de
plástico de un solo uso y compartir ideas con los demás. La llamada a la acción es simple. RECHACE el
plástico de un solo uso”, comenta Sergio Izquierdo.
Bolsas plásticas,
un depredador peligroso para el planeta
Asimismo, en el marco
de este mes libre de plástico, el 3 de julio se celebró el Día Internacional
Libre de bolsas plásticas, para concienciar sobre la necesidad de reducción de
las bolsas de un solo uso y fomentar el consumo responsable.
Las bolsas de plástico
tardan más de 500 años en descomponerse. Se estima que cada persona gasta una
media de unas 230 bolsas de plástico al año, lo que representa más de 5
billones de bolsas de plástico en el mundo. Al no ser recicladas, las bolsas quedan en el
planeta perjudicando a todos los seres vivos y sus respectivos hábitats.
A los océanos llegan
cerca de 12 millones de toneladas de plásticos cada año. Uno de cada seis peces
que se venden en las pescaderías contiene microplásticos en sus estómagos. El plástico ya ha entrado en la cadena alimenticia,
por lo que regresa al lugar de donde vino: el ser humano.
10 minutos de uso,
500 años para descomponerse
La bolsa de plástico
es un objeto cotidiano utilizado a gran escala para contener y transportar
mercaderías, que no tiene una utilidad práctica de más de 10 minutos, sin embargo,
para su fabricación se emplean muchisimos recursos y su desecho produce gran
impacto.
Aunque sean prácticas,
livianas y baratas, están fabricadas con polietileno o polipropileno, ambos
derivados del petróleo, una fuente de energía no renovable. Así, además de colaborar al agotamiento de
este recurso, potenciamos la enorme contaminación que origina su obtención,
transporte y transformación en plástico.
Se ha lo grado establecer que aún “adecuadamente” dispuesto en un
botadero, los microplásticos generan etileno y metano, gases de efecto
invernadero aún más potentes que el mismo CO2 que por supuesto van a contribuir negativamente con el calentamiento
global.
“Hacemos uso de los
recursos como si fueran inagotables. La economía lineal ha generado un desastre
ambiental y es momento de cambiar el esquema. Tomemos la iniciativa con un
cambio de hábitos, no usemos más bolsas”, expresa Sergio Izquierdo.
¿Qué puedes hacer
tú para reducir el consumo de plástico desechable?
Recuerda que solo si
actuamos individualmente con responsabilidad podemos crear un cambio global.
Haz todo lo que puedas dentro de tu ámbito. Desde tu hogar puedes hacer mucho por reducir
el consumo de plástico:
–
No uses
pajillas, bebe del vaso o utiliza una pajilla reutilizable.
–
Cuando
vayas a comprar, lleva bolsas de tela u otros materiales reutilizables.
–
Compra
productos a granel, evitando así el exceso de envasado.
–
Intenta
evitar productos envasados en plástico, si puedes elegir llevar el mismo
producto envasado en aluminio, cartón o en vidrio.
–
Prefiere
botellas retornables de vidrio y vasos reutilizables.
–
No
utilices plátos, cubiertos, ni vasos desechables.
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