No es ninguna novedad que cada
negocio e industria se encuentran pasando por una importante transformación
digital. Sin embargo, la diferencia existe en que esta vez contamos con
clientes mucho más informados que antes, quienes llevan el control de este
cambio debido al aumento de las altas expectativas que las marcas existentes
continuamente le proporcionan. Ahora, imagine que su público objetivo es un
nativo digital que nació en los albores del siglo XXI, y creció teniendo acceso
a la información, en cualquier momento y en cualquier lugar, en la palma de sus
manos de manera instantánea e intuitiva. Dado que la tecnología forma parte del
estilo de vida de esta audiencia, no poder interactuar con los más recientes
avances y artefactos tecnológicos crea un evidente desconcierto en ellos. Esta
situación crea un particular desafío para la industria de la educación
superior. A medida que la Generación Z o Generación-i; la cual comprende a las
personas nacidas entre la década de 1990 y hasta aproximadamente el 2007 está
reemplazando a la generación Y, o millennials, quienes nacieron entre los años
1980 hasta aproximadamente 1990, las Instituciones y profesores se han
encontrado con el reto de encontrar y evaluar maneras de reinventar la forma de
enseñar.
El reto que tiene la industria de
educación superior implica una interesante combinación entre la naturaleza de
la evolución de los nuevos métodos de enseñanza y un perfil de estudiante con
mayores expectativas, teniendo la tecnología y el compromiso social como su
común territorio. Las instituciones educativas no solo deben proporcionar a
esta nueva generación con las herramientas y habilidades necesarias
actualmente, sino también tienen la difícil tarea de identificar tendencias
futuras para ser capaces de formar estudiantes que se desempeñen en trabajos
emergentes o incluso para puestos que no han sido creados aun. Uno de los
mayores retos que enfrentan las instituciones es enseñar a los estudiantes a
desarrollar el pensamiento crítico, comunicarse efectivamente y colaborar
eficientemente en donde "una economía impulsada por la innovación, el
conocimiento es un hecho" (Tony Wagner, Innovation Lab de Harvard).
Con el fin de poder afrontar los
retos a los que se expone la educación superior, es importante comprender tres
tendencias actuales: experiencia colaborativa, instrucción diferenciada y
-contenido alineado. El entendimiento de las mismas nos ayudará a encontrar
alternativas para revolucionar positivamente la industria de la educación
superior.
Tendencias en la Experiencia académica del Estudiante
Primero, se sabe que en la
actualidad en el ámbito académico y de la pedagogía, el mayor rol del profesor
ha pasado de ser de instructor a ser un facilitador. Actualmente, el trabajo
principal del profesor es desafiar a sus estudiantes y hacer las preguntas
correctas, de tal manera que los estudiantes busquen las respuestas fomentando
un ambiente de colaboración, conocido hoy en día como “inteligencia colectiva”.
Tomemos como ejemplo a Mark Engstrom, un profesor de Geografía de octavo grado
en el Colegio Americano de Sao Paulo en Brasil. Mark no solamente se ha
enfocado en crear una experiencia colaborativa, si no ha ido más allá
implementando un método por el cual los estudiantes actúan como curadores de
contenido, colaborando para identificar y seleccionar los apuntes más
relevantes de cada clase y que sub secuentemente se harán disponibles para todos
los estudiantes en un repositorio en la nube.
Esto cambia radicalmente el
proceso de toma de notas de manera manual en un cuaderno a un método más
convincente, sobre todo porque las pantallas interactivas modernas o teléfonos
inteligentes, incluso los más sencillos, cuentan con características que permiten
digitalizar y compartir contenido. Sólo un verdadero proceso de colaboración
puede llevar la experiencia de aprendizaje al siguiente nivel, ayudando a los
estudiantes a tomar notas acerca de lo que realmente importa, permitir
almacenaje de esta información, y proveer el acceso rápido en la nube, para
futuras referencias.
Segundo, no es ninguna sorpresa
que entre las prioridades que tienen las universidades se encuentra la mejora
de sus facultades, ya que existe una necesidad de adaptar los diferentes departamentos
al uso de estas nuevas tecnologías, para así poder entender el comportamiento y
manera de aprendizaje del nuevo perfil de estudiante. La finalidad de lo
anterior es poder proporcionar a estos estudiantes la mejor y más eficiente
experiencia de aprendizaje, ayudando posteriormente a dar rienda suelta a su
creatividad. Un excelente ejemplo de los nuevos métodos de aprendizaje en el
que las universidades están invirtiendo es la instrucción diferenciada. Este
concepto permite que cada estudiante aprenda a su propio ritmo, al mismo
tiempo, permite a los profesores acercarse a cada grupo de estudiantes de
manera diferente, proporcionando un soporte de aprendizaje personalizado, ya
sea animar el desarrollo de aquellos estudiantes que están listos para ser
desafiados y dar el siguiente paso, o proporcionar guía a aquellos que todavía
necesitan un refuerzo de un concepto o tópico. Todavía recuerdo vívidamente
cómo luché con algunos temas específicos cuando estudiaba en la escuela
secundaria. No ser capaz de seguir el ritmo de mis compañeros de clase y no
contar con un poco de ayuda adicional fue definitivamente desmotivador para mí.
Es por ello que el proceso de aprendizaje al ritmo individual del estudiante
promete satisfacer la necesidad del perfil actual del estudiante. Plataformas
de cursos masivos abiertos en línea, llamados MOOCs en sus siglas en inglés
(Massive Open Online Courses) como EDX, Coursera, y así sucesivamente, además
de suministrar una enseñanza personalizada, están llevando a cambiar también la
enseñanza presencial. Para emular los beneficios de la instrucción diferenciada
obtenida por los MOOCs, universidades ahora están implementando nuevas
configuraciones en las aulas de clase, las cuales antes eran caracterizadas por
ser un gran salón de conferencias donde el profesor contaba con un podio y
tablero para impartir su clase. Estos salones se han convertido ahora en
espacios con muebles que pueden ser desplazados o redistribuidos dependiendo de
las necesidades individuales de los estudiantes aprovechando toda la tecnología
ofrecida por aulas inteligentes y salones de colaboración.
Tercero, en la actualidad el gran problema al que se
enfrentan tanto estudiantes como profesores no es la ausencia o la escasez de
información, sino más bien una sobre abundancia de contenido en diferentes
plataformas las cuales no cuentan con una apropiada selección y filtración que
garanticen la relevancia y veracidad del mismo. El término de la alfabetización
informacional o en términos más sencillos contenido alineado se define como
"un conjunto de habilidades que requieren las personas para reconocer
cuándo se necesita información y tener la capacidad de localizar, evaluar y
utilizar eficazmente la información necesaria”. Como sabemos el aula de clases
ya no se limita a un espacio físico tridimensional para la difusión del
conocimiento y hoy en día los estudiantes tienen acceso casi ilimitado a la
información. Existen bibliotecas digitales y repositorios de materiales que han
hecho la información accesible al instante y en todo momento, lo cual ha
permitido que el aprendizaje se facilite cada vez más a través de la
exploración de dicha información para la resolución de problemas. Inclusive
gracias a grandes conjuntos de datos, los estudiantes en los campus pequeños o
remotos tienen acceso a los recursos a gran escala que han contribuido a
cambiar el enfoque de la instrucción al descubrimiento. Sin embargo, es
primordial que instituciones educativas brinden herramientas a sus estudiantes
para que desarrollen las habilidades de identificación, filtración y selección
de información de calidad para trabajar en sus proyectos educativos y en
cualquier otra etapa de su educación.
Tras explicar algunas de las principales tendencias en
términos de nuevas estrategias educativas, también es importante discutir
algunas de las iniciativas que se pueden implementar en la industria de la
educación superior con el fin de satisfacer las necesidades del nuevo perfil
del estudiante. Existen métodos educativos evolucionados que están siendo
implementados con mayor frecuencia, como lo son la ludificación (“gamification”
en inglés), simulaciones, análisis cognitivos y aprendizaje-justo-a-tiempo
(Justin-time-learning en inglés) por mencionar algunos, los educadores también
deben prestar mucha atención a las tecnologías emergentes que los estudiantes
probablemente van a utilizar una vez se integren a la fuerza laboral, tales
como la -impresión 3D y la realidad virtual. Un gran ejemplo de la relevancia
de la impresión en 3D en el ámbito educativo es la capacidad de creación de
prototipos en los campos de ingeniería y diseño, así como aplicaciones más
complejas para el cuidado de la salud. Estas permiten utilizar nuevas técnicas,
como moldes ligeros usados para reparar la fractura de huesos o incluso
tecnologías innovadoras para el diseño de nuevos huesos y articulaciones que se
ajustan perfectamente a la necesidad especifica de un individuo. Cualquiera que
sea el campo de estudio, la impresión 3D va a formar parte del plan de estudios
de muchos puestos de trabajo, y la comprensión del uso de esta tecnología es
fundamental para la preparación de los estudiantes para el nuevo entorno del
mercado laboral, para así poder hacer la transición desde el mundo académico al
mundo profesional mucho más fácil.
Experiencia
de un Campus Integrado
Hablando sobre el entorno educativo, arquitectos y
educadores deben trabajar de la mano para diseñar un nuevo entorno de
aprendizaje, teniendo en cuenta que nuevas tecnologías y el perfil del
estudiante actual han hecho que el proceso de aprendizaje no se limite a un
aula de clases. Todos los espacios en el campus deben proporcionar la
infraestructura física y la tecnología de TI adecuada para apoyar y estimular a
los estudiantes a concentrarse y colaborar cuando sea necesario. No me refiero
a los espacios tradicionales diseñados para realizar una sola tarea, como una
biblioteca, centro estudiantil y así sucesivamente, sino de espacios
multifuncionales tales como salones de colaboración donde los estudiantes
pueden aprender en un ambiente relajado: en su entorno. En un reciente proyecto
del renombrado estudio de diseño IDEO de San Francisco, Massachusetts Life
Insurance Company (Mass Mutual) quería crear un modelo de negocio que podría
resonar con los millennials para ayudarles a navegar en un mundo con el que no
están familiarizados. Ser capaz de conectar temas tales como el asesoramiento
financiero, ahorros para el retiro, y así sucesivamente a situaciones ajenas a
las mentes de jóvenes adultos, es un reto para las compañías de seguros.
Juntos, Mass Mutual y IDEO crearon la Sociedad de los Adultos (Society of
Grown-ups), un nuevo enfoque en el que la compañía de seguros tiene como
objetivo ayudar a que los adultos jóvenes comienzan a pensar en la
planificación financiera, según las propias palabreas de Mass Muatual e IDEO,
“centrándose en la educación financiera y asesoramiento, en vez de tratar de
venderles pólizas de seguro”. En términos de estructura física, el diseño de
estas áreas de educación financiera se asemeja a las de una cafetería Starbucks
en lugar de una sucursal bancaria tradicional, creando el entorno adecuado para
el enfoque que Mass Mutual está tratando de alcanzar.
Compromiso
Social
Mientras que por un lado estamos preparando a nuestros
hijos para puestos de trabajo que en algunos casos no se han inventado aún, por
otro lado estudiantes universitarios deben también centrarse en la preparación
para realizar trabajos emergentes. Lo que es más, las instituciones de
educación superior y el sector privado, en conjunto, necesitan tener un enfoque
más pragmático y ayudar a construir el puente que permita la transición de los
estudiantes de la educación superior al mercado de trabajo. Ser capaz de ayudar
a los estudiantes en esta importante transición es clave; Sin embargo, a veces
pasa desapercibido o no hay suficientes recursos dedicados a este punto. El
establecimiento de asociaciones con empresas privadas de renombre o
instituciones públicas no sólo ayuda a preparar mejor a los estudiantes, sino
que también ofrece un camino sencillo hacia el mercado de trabajo. Un claro
ejemplo de cómo las empresas deben establecer una relación con los estudiantes
universitarios, quienes usan siempre las últimas tecnologías, es a través de la
creación de programas de intercambio de conocimientos de forma remota
utilizando equipos de videoconferencias. Las mismas pueden ser dirigidas por
los ejecutivos de las empresas, quienes pueden compartir temas variados
relevantes a la materia de estudio en su momento, así como también los estudiantes
pueden presentarle a los ejecutivos proyectos asignados, con oportunidad de
recibir retroalimentación instantánea, resultando ser una experiencia positiva
para ambas partes y teniendo una exposición a nuevas tecnologías de
comunicación.
En conclusión, las instituciones de educación superior
tienen un gran reto en sus manos. Los próximos estudiantes vienen con mayores
expectativas que no sólo implican el aspecto educativo, sino también todo el
entorno de la universidad, lo que significa que las instituciones necesitan
proporcionar una excepcional experiencia en el campus. Debido a su intuición
social y móvil nativa, los estudiantes de hoy esperan los mejores servicios,
desde el proceso de admisión hasta la forma en la que acceden a sus registros o
consultan información en clase, la gestión de sus pagos y así sucesivamente.
Los Millennials son el reflejo de los cambios en la tecnología y en la sociedad
actual, y las instituciones de educación superior deben asumir el cambio para
seguir siendo relevantes y exitosas en los años venideros. La única constante
es el cambio, pero más que centrarse en la tecnología o nuevas metodologías de
aprendizaje, es una prioridad para las instituciones que sigan siendo
apasionadas y comprometidas con la educación involucrando activamente al
estudiante como el eje principal de estos cambios. Nadie lo ha expresado mejor
que Benjamin Franklin, "Dime y lo olvido, enséñame y lo recuerdo,
involúcrame y lo aprendo."
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