La leche es un
producto nutricional fundamental para la supervivencia de los seres humanos. Se
trata de una suspensión líquida con contenido equilibrado de todos los
macronutrientes (hidratos de carbono, proteínas y grasas), distintos minerales,
vitaminas y electrolitos.
“Entre los valores agregados de la leche, se cita el alto contenido de
calcio, que se mantiene en otros derivados como el queso o el yogur, siendo así
que una porción contribuye con alrededor del 30% del calcio diario recomendado,
un consumo de calcio suficiente es importante para prevenir problemas de salud
de los huesos como la osteopenia y la osteoporosis, en especial en mujeres
después de la menopausia y en personas de edad avanzada de ambos sexos”, indicó
Daniel Guerrero, Gerente de Nutrición de Grupo LALA.
Por otra parte, la masificación del consumo de la leche y sus derivados
ha dado lugar al desarrollo de la industria láctea, y con ello la creación de
empleos. Por consiguiente, la importancia de la leche no se limita a su solo
rol alimentario, sino que ha dado lugar a un verdadero motor de la actividad
económica.
Por lo anterior han surgido numerosas creencias falsas relacionadas con
el consumo y las propiedades de la leche. Algunas han llegado hasta nuestros
días, hoy aclararemos algunas:
MITO
Las proteínas de la leche de vaca no se pueden digerir bien
REALIDAD
Al contrario, la proteína de la leche de vaca es considerada de alta
calidad nutrimental debido a que además de aportar todos los aminoácidos
esenciales, es fácil de aprovechar y digerir.
MITO
La leche es sólo para los niños
REALIDAD
Dado su aporte de calcio y proteínas, es innegable que la leche tiene un
rol relevante en el desarrollo de huesos y músculos en los niños, sin embargo
ello no significa que los componentes de la leche no sean necesarios también en
la edad adulta, en donde los huesos se mantienen haciendo un recambio constante
del calcio viejo por calcio nuevo o los músculos también requieren recuperarse
y mantenerse para lo cual ciertos aminoácidos de la proteína de la leche sirven
muy bien.
MITO
Le leche engorda
REALIDAD
No, al contrario, el consumo de lácteos puede ayudar al control de peso.
Hay evidencia que sugiere que un mayor consumo de lácteos ayuda a reducir el
riesgo de tener obesidad y sobrepeso, personas que se ponen en un régimen para
bajar de peso, pierden más libras aquellos quienes incluyen lácteos que
aquellos quienes los dejan fuera.
MITO
La leche cruda es más sana y más nutritiva que la pasteurizada
REALIDAD
No, la pasteurización surgió como un proceso que se da a la leche para
hacerla microbiológicamente segura de consumir, ya que el proceso elimina las
bacterias nocivas eliminando diversas enfermedades que se daban por el consumo
de leche bronca contaminada.
MITO
Si el colesterol sanguíneo es alto, se debe reducir o dejar de consumir
leche y productos lácteos
REALIDAD
Ha sido un área de controversia en la investigación científica respecto
de la leche, históricamente se ha asociado una mayor ingesta de grasa saturada
con enfermedades del corazón, hay otros componentes en la leche que han
mostrado tener factores protectores. De tal manera que hacia donde se ha
inclinado el consenso es a recomendar que aquellas personas con problemas de
peso, diabetes, enfermedad cardiovascular o colesterol alto prefieran mejor el
consumo de leche descremada, la cual tiene un menor aporte de grasa, pero
mantiene el resto de los atributos nutrimentales de la leche.
MITO
El consumo de leche puede provocar diabetes tipo 2
REALIDAD
Al contrario, hay estudios que han mostrado que el consumo regular de
lácteos puede reducir de manera significativa el riesgo de padecer diabetes.
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