sábado, 28 de septiembre de 2019

Tres días para construir y transformar vidas


Operación Sonrisa Guatemala anunció su próxima jornada de evaluación y cirugías a pacientes pediátricos con labio fisurado y paladar hendido, a realizarse del 28 de septiembre al 2 de octubre en el Hospital Juan Pablo II.
En la jornada se espera atender de 60 a 70 niños, quienes luego de haber sido tratados en la clínica optarán por una cirugía. Para ello, se contará con 120 voluntarios nacionales e internacionales, que apoyarán durante las evaluaciones y cirugías.
“Nuevamente estamos realizando esta jornada de evaluación y cirugía para niños que nacen con labio fisurado y paladar hendido. Llevamos ocho años ofreciendo tratamiento integral y gratuito a todas las personas que padezcan esta condición y esperamos continuar esta importante labor con el apoyo de todos nuestros patrocinadores y voluntarios” expresó Laura Rodil, directora ejecutiva de Operación Sonrisa Guatemala.
Este año se espera llegar a la cirugía número 1,070. Durante la conferencia de prensa, Rodil hizo mención de estar muy agradecidos con sus patrocinadores, en especial con Oriflame,empresas que han apoyado a la fundación desde hace varios años.

La comitiva de voluntarios de la jornada está integrada por médicos especialistas en pediatría, cirugía plástica, anestesiología, enfermería, odontología, psicología, nutrición y terapia de lenguaje. Estos médicos han sido certificados por la red de Operación Sonrisa Internacional. Por otro lado, se cuenta con voluntarios de diferentes profesiones que reciben y dan acompañamiento a las familias durante el proceso.

Operación Sonrisa Guatemala forma parte de la red Operación Sonrisa Internacional, la cual es una organización médica global con presencia en diversos países donde se brindan tratamiento integral, especializado y gratuito a niños y niñas con labio y paladar hendido.
Operación Sonrisa Internacional se fundó hace más de 30 años y tiene presencia en 60 países de todo el mundo, 14 naciones en Latinoamérica, incluyendo Guatemala.
Este proyecto funciona a escala mundial gracias al apoyo de un equipo de voluntarios comprometidos con la misión de la fundación, en el caso de Guatemala se cuenta con voluntariado médico, no médico, corporativo, estudiantil e individual.
Tres historias para compartir

Desde 2010, las jornadas de evaluación y cirugías de Operación Sonrisa Guatemala ha marcado la vida de sus voluntarios.
Ejemplo de ello es Mónica De León, cirujana dentista y voluntario médico, quien se incorporó a la Fundación Operación Sonrisa Guatemala en el año 2011, durante la primera misión en el país.

Durante la jornada se comprometió junto a otros voluntarios a atender de forma semanal a los pequeños y recién nacidos que necesitaban preparación para sus intervenciones quirúrgicas. Gracias a ello, nace la Clínica de Atención Continua.

Actualmente capacita a nuevos voluntarios locales que quieren incorporarse a la fundación, con la intención que este tratamiento pueda alcanzar a más pacientes que lo necesiten, en las distintas regiones de Guatemala.

Para Mónica este voluntariado es un regalo de Dios para su vida. “Cada historia de éxito de cada paciente con quien camino hace que junto con su familia crezcamos y nos llena de felicidad”, expresa la doctora.
Por su lado, la pediatra Lissy Reynoso se unió a la Fundación en 2016 y tuvo la oportunidad de participar en misiones nacionales e internacionales, sintiendo esa felicidad y necesidad de ayudar a los más pequeños.

“Trabajar con Operación Sonrisa me ha hecho sentir emociones inexplicables, al ver la felicidad de los padres con sus hijos operados, ver la sonrisa de un niño, y sentir el agradecimiento y felicidad de la familia; me llena como persona y como pediatra”, indica Reynoso.

Por último, la voluntaria no médica Anayté Trujillo recuerda que comenzó a colaborar en 2014 sirviendo alimentos a los padres, entreteniendo a los niños y jugando con ellos. Cada año se involucró en más puestos para apoyar como llenar expedientes médicos de los pacientes y participar en eventos para recaudar fondos.

Hoy por hoy, Anayté ayuda en los días de clínica, donde se atiende con regularidad a los pacientes, asistiendo al área de odontología. Actualmente está capacitándose para ser voluntaria certificada en expedientes médicos.

“De esa forma podré participar no solo en mi país en cada misión siempre que se me necesite, sino que también poder ser miembro voluntario a nivel internacional”, dice Anayté.                                                                                                                                                            


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