El 14 de noviembre se conmemora el Día Mundial de la Diabetes con
el objetivo de concientizar al público sobre esta enfermedad que afecta a 537
millones de adultos a nivel mundial, según datos de la Federación Internacional
de la Diabetes.Uno de
cada 10 adultos padece esta enfermedad, lo que la convierte en el cuarto padecimiento
no trasmisible más común del mundo, por debajo de las enfermedades
cardiovasculares, respiratorias crónicas y el cáncer, de acuerdo con la
Organización Mundial de la Salud.
La diabetes es una enfermedad crónica que se caracteriza por los niveles
elevados de glucosa en la sangre, asociado a la deficiencia de la producción de
la insulina, la hormona encargada de regular los niveles de azúcar en la sangre.
Hasta 2020, en Guatemala, el 30.1% de los hombres padecía diabetes, mientras
que para las mujeres la cifra se mantenía por debajo del 27%.
Existen dos tipos de diabetes, la diabetes tipo 1 suele aparecer a lo largo
de la infancia o adolescencia, mientras que la diabetes tipo 2 es más frecuente
en personas mayores de 40 años y tiende a ser más difícil de diagnosticar.
En cualquiera de los casos, los síntomas más frecuentes son la sed intensa, el
aumento del hambre, la pérdida de peso y los deseos frecuentes de orinar.
“Alrededor del 90% de los casos diagnosticados de
diabetes pertenecen al tipo2, que
se caracteriza por la resistencia a la insulina en la sangre, lo que provoca
que los niveles de glucosa se eleven. El sobrepeso, la falta de actividad
física y una mala alimentación son tres de las características más frecuentes
entre las personas que padecen esta enfermedad”, resaltó Dr Jorge Irias Mairena, Gerente Medico de
Janssen para Cardio-Metabolismo de Janssen.
La diabetes afecta a varios de los órganos principales del cuerpo como el
corazón, los ojos y los riñones, por lo que el control de esta enfermedad es
fundamental para evitar otros problemas como la deficiencia visual, el
desarrollo de úlceras e infecciones, la dificultad para controlar la presión
arterial y el fallo renal.
La enfermedad renal crónica (ERC) es una patología que se asocia
directamente a la diabetes tipo 2y se caracteriza por la destrucción progresiva
de los riñones hasta que estos pierden la capacidad de filtrar sustancias
tóxicas. En Guatemala, entre 2008 y 2018, se documentaron 35,877 casos de ERC
por medio del Ministerio de Salud Pública y la Unidad Nacional de Atención al
Enfermo Renal Crónico.
“Es importante controlar los niveles de azúcar en
la sangre de los pacientes con diabetes tipo 2 y ERC, también es recomendable
realizarse chequeos médicos constantes y mantener la presión sanguínea
nivelada. Cerca de un tercio de las personas con diabetes llegan a desarrollar
insuficiencia renal y es una de las complicaciones de la diabetes que reduce
significativamente la calidad de vida de quienes la padecen”, añadió Dr Irias Mairena, Gerente Medico de
Janssen para Cardio-Metabolismo de Janssen.
Una persona que padece de enfermedad renal crónica puede experimentar
complicaciones como la retención de líquido, presión alta, enfermedades cardiacas,
huesos débiles, anemia y daño irreversible en los riñones, entre otros.
Si la ERC empeora el paciente puede llegar a necesitar diálisis, es decir, un
tratamiento que se encarga de eliminar sustancias dañinas de la sangre cuando
los riñones no lo pueden hacer,o un trasplante de riñón parasustituir el
funcionamiento de estos órganos.
Sin embargo, el tipo de procedimiento depende del estado general de salud
del paciente. Actualmente existen innovadoras moléculas que retrasan el
desarrollo de la ERC, la canagliflozinaes una molécula aprobada en
Guatemala para tratar a pacientes con diabetes tipo 2 y ERC que retrasa
aproximadamente 12.95 años el uso de diálisis, alargando la vida del riñón. Esta
molécula puede ayudar a que los pacientes lleven un estilo de vida menos
limitado y controlen mejor ambos padecimientos.
“La canagliflozina reduce la muerte cardiovascular y ayuda a controlar el azúcar en la sangre del paciente, haciendo que los riñones eliminen más glucosa en la orina.Esto mejora el funcionamiento de los riñones y la calidad de vida del paciente”, puntualizó Dr Irias.
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