viernes, 17 de agosto de 2018

MARIBEL SARAVIA PRESENTA EL ESPÍRITU DE LAS PIEDRAS


En la primera exposición individual de Maribel Saravia observamos la espontaneidad de su obra y la decidida actitud de pintar sin ataduras académicas. Dos años después, en El Espíritu de las Piedras, encontramos una propuesta nueva, dentro de su propio estilo y autenticidad, manifestada con gran ímpetu expresivo. La muestra permanecerá abierta en la Galería Punto cero,  12 calle 2-25  zona 10, edificio AVIA 2do. Nivel, del 23 de agosto al 30 de septiembre, en horario de lunes a domingo de 10 am a 8 pm. La entrada es libre

Al recorrer la exhibición, nuestra mirada penetra en sus cuadros, llenos de movimiento, atrapándonos y llevándonos literalmente a formar parte de la densidad y el ritmo de las formas. Las composiciones han sido logradas con movimientos firmes y seguros, que prácticamente surgen de la habilidadsica de la artista al maniobrar la resina líquida sobre el soporte.

En su obra, Maribel nos anima a intuir el tiempo a partir de la creación de formas que nos cautivan, produciendo en nosotros cierto temor a lo desconocido, porque traen a nuestra mente la visión fantástica de grutas, remolinos, las entrañas de la tierra o la profundidad del cielo. Es el Arte, transmitiéndonos sensaciones que la rutina de la vida cotidiana no nos permite percibir.    

Además de divertirse durante cada paso de la preparación de esta muestra, la artista aporta un nuevo enfoque a su anterior tendencia. Ahora juega con un “personaje matérico. Se trata de la piedra. No cabe duda que está fascinada por las texturas y colores de este material que ha sido utilizado de diferentes formas,  desde la antigüedad, en las expresiones artísticas de toda cultura que ha perdurado al pasa rel tiempo.

En las sociedades antiguas se rendía culto a la piedra, tanto por su realidad material como por el simbolismo que llegó a tener para responder a grandes interrogantes del ser humano. Así, hubo piedras que llegaron a considerarse sagradas. Transcurrió el tiempo y esta materia sufrió transformaciones al ser tallada y pulida. En la actualidad, además de ser intervenida con martillo y cincel, hay artistas que las emplean en su forma originaria. Así, naturales, han deslumbrado la retina de Maribel, de tal manera, que las representa tratando de capturar sus  brillos y matices.

La piedra es ahora el personaje central y misterioso de los mensajes encriptados de la artista, que esperan ser interpretados por el público. Una vez más, la obra de Maribel será una salida para la rutina del espectador; quizá, entre otras percepciones, el arte provocará en nosotros el recuerdo de aquellas piedras sagradas que guardamos en nuestro imaginario heredado. La artista seguramente seguirá su camino, en la búsqueda de nuevas experiencias para liberar su necesidad de expresión.                  


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