Como adolescentes,
podríamos sobrevivir con una dieta a base de pizza, papas fritas y comida
rápida sin pensarlo mucho. A medida que crecemos, la
nutrición se hace cada vez más importante.
A continuación, se
describen algunas medidas y nutrientes clave para garantizar una salud óptima a
los veinte, treinta, cuarenta y en los años subsiguientes.
A los veinte
Beba
suficiente agua. Cuando corre entre la universidad, el trabajo y las
actividades sociales, es fácil que olvide hidratarse. Lleve una botella grande
de agua en todo momento y tenga como objetivo beber al menos dos litros de agua
por día.
Ponga
en su bolsa refrigerios inteligentes. Los adultos de entre 20 y 39 años
obtienen el 15.3 % de sus calorías del consumo de comida rápida de acuerdo con
los Centros para el control y la prevención de enfermedades (Centers for
Disease Control and Prevention, CDC). En lugar de acumular calorías vacías,
elija comidas saludables que pueda reunir en cuestión de segundos.
Nutrientes
esenciales: calcio y ácido fólico. Sus huesos seguirán creciendo hasta los 25
años. Manténgalos fuertes consumiendo al menos 1,000 mg de calcio todos los
días. El yogur, la leche no láctea fortificada, el tofu firme y las sardinas
son buenas fuentes de calcio.
A los treinta
Vigile
las calorías. No puede comer como una adolescente y mantener su peso. A los
treinta, el metabolismo comienza a hacerse más lento a medida que las mujeres
pierden masa muscular. Cambie los carbohidratos refinados (pan blanco,
pastelería) y las bebidas azucaradas por granos enteros, productos frescos y
agua.
Nutrientes
esenciales: ácido fólico y proteína. Cada vez más mujeres esperan hasta los
treinta para tener su primer bebé, de acuerdo con un informe de los CDC. Si
usted es una de ellas, mantenga su ingesta de ácido fólico.
La
masa muscular disminuye en aproximadamente un 5% por década a partir de los
treinta. Para preservarla, agregue el fortalecimiento muscular a su
entrenamiento y coma cantidades adecuadas de proteína, que ayuda a mitigar la
pérdida muscular.
A los cuarenta
Proteja
el corazón. El colesterol y la presión arterial aumentan a medida que se acerca
a la menopausia. Proteja el corazón con ejercicio regular y alimentos
saludables. Las verduras de hoja verde oscuro, los tomates y otras frutas y
verduras son buenas opciones. Beba alcohol con moderación (un vaso por día para
las mujeres) y suprima las grasas trans, que se encuentran en los alimentos
procesados y fritos.
Nutrientes
esenciales: vitamina D, antioxidantes. Vigile la vitamina D, que ayuda a que el
cuerpo absorba el calcio. También mantiene el sistema inmunológico fuerte, los
niveles de energía altos y protege contra el cáncer de mama y colon. Las
reservas de vitamina D disminuyen a medida que las mujeres se acercan a los
cuarenta.
Los
antioxidantes como la vitamina A, C y E previenen o retrasan el daño celular
que contribuye al envejecimiento. Los pimientos rojos, los cítricos, las frutas
del bosque, las zanahorias, las batatas y los frutos secos son buenas fuentes
de antioxidantes.
A los cincuenta
Coma
más fibra. En las mujeres, el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas aumenta
después de los 55 de acuerdo con el Instituto nacional del corazón, de los
pulmones y de la sangre (National Heart, Lung and BloodInstitute). La fibra
ayuda a reducir los niveles de colesterol, lo que es bueno para la salud del
corazón. La fibra también hace que no tenga apetito por más tiempo, lo que
ayuda a mantener el peso bajo control.
Nutrientes
esenciales: omega 3, B12. Los estudios indican que entre el 10 y el 30% de las
personas de más de 50 años tiene menos capacidad para absorber la vitamina B12
de los alimentos. Considere tomar un suplemento de vitamina B12.
Aumente
su ingesta de ácidos grasos omega 3. Obtenga estos ácidos de pescados grasos
como el salmón, que es rico en EPA (ácido eicosapentaenoico) y DHA (ácido
docosahexaenoico) de omega 3. La nuez y la semilla de lino molida son ricas en
ALA (ácido alfa-linolénico), un ácido graso omega 3 que puede ayudar a reducir
el colesterol.
A partir de los sesenta
Manténgase
activa. El nido vacío y una menor exigencia laboral le dejan más tiempo para
disfrutar de la vida. Aprenda un idioma nuevo, tome clases de baile, salga más
con su pareja. Haga lo que haga, mantenga una rutina regular de ejercicios y
consulte a su médico antes de decidir hacer ejercicios vigorosos de
fortalecimiento muscular y cardiovascular.
¿Está
comiendo lo suficiente? Los medicamentos, el metabolismo más lento, el cambio
en la percepción de sabores y otros factores contribuyen a la pérdida del
apetito a partir de los sesenta. Pruebe una gama más amplia de alimentos pero
siempre enfocándose en la buena nutrición. Comparta comidas con amigos.
Incorpore bebidas de reemplazo de alimentos si es necesario.
Nutrientes
esenciales: todos los anteriores más los alimentos probióticos. La salud de
nuestros intestinos cambia a medida que envejecemos. Las bacterias amigables
disminuyen y nuestro intestino delgado ya no absorbe los nutrientes tan bien
como antes. Agregue alimentos probióticos para estimular el crecimiento de
bacterias amigables. El yogur y los alimentos fermentados como el chucrut y el
kimchi son buenas fuentes de alimentos probióticos.
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