La pandemia
Covid-19 ha propuesto importantes lecciones sobre cómo mejorar la vida urbana,
reflejando en gran medida la conectividad y la interdependencia en las tomas de
decisiones en cualquier ámbito sea de salud o medioambiental.
La pandemia destacó
algunos conceptos que suelen pasarse por alto, como la resiliencia y la
circularidad. La interrupción de la cadena de suministros y la escasez ha
superado a la abundancia como condición predominante en varios aspectos de la
vida urbana. Las ciudades están en gran
medida propensas a la desestabilización ante eventos impredecibles, la nueva
normalidad requiere reorganizar las ciudades en torno a una forma de vida más
local y circular basada en la sostenibilidad. Esto se vuelve aún más importante
al involucrar el aspecto más esencial de la civilización: el agua.
“Es importante
reconfigurar la forma en que convivimos con el agua, actualmente tratamos este
valioso recurso de forma lineal, transportándolo de la fuente, al uso, para
luego ser desechada. Construir una visión circular en torno a ella es la
oportunidad de crear ciudades preparadas para el futuro”, explica Jorge
Jean, director de Marketing de Amanco Wavin para México y Centroamérica.
Es momento de
pensar de manera diferente sobre la gestión de aguas urbanas, y considerar
tanto el presente como el futuro. El sistema del ciclo urbano debe visualizarse
de forma conectada y gestionarse localmente. Con el uso de las aguas
residuales, pasando por el agua de lluvia y agua del grifo, es posible crear
ciclos de agua circulares y controlados en edificios, vecindarios e incluso en
ciudades enteras. La circularidad implica la reutilización del agua en lugar de
darle un único uso.
Desde esta nueva
premisa, las ciudades pueden convertirse en instalaciones gigantes de
recolección de agua, capturándola cuando y donde caiga, por ejemplo, en techos
y calles para así evitar los altos costos en transporte de agua limpia desde
otros lugares. Tener un mayor énfasis en la gestión descentralizada del
recurso, es decir, aquella que dispersa el agua más cerca de su fuente y
minimiza las descargas superficiales, proporciona múltiples beneficios desde
mayor flexibilidad y menos residuos, hasta reducción de costos por
infraestructura.
Gestionar el agua a
nivel local y hacer que cada gota cuente será fundamental, ya que el cambio
climático desestabiliza cada vez más el suministro de agua. El desarrollo
urbano requiere más agua per cápita, ya que los glaciares que se derriten y los
cambios en los patrones agrícolas hacen que el agua sea más escasa. Se
necesitan formas novedosas de gestión del agua a prueba de los desafíos
futuros.
Mediante la
descentralización, es posible limpiar o filtrar el agua, y almacenarla en los
días de lluvia, El agua almacenada se puede reutilizar para regar la vegetación
local que, a su vez, enfría y limpia el aire, además de brindar otros
beneficios o para enfriar las ciudades en períodos calurosos y secos. Las
fuertes lluvias pueden infiltrarse lentamente en el suelo para reponer el agua
subterránea en lugar de causar inundaciones en las superficies de concreto y
asfalto sin llegar a utilizarse ni una sola vez.
Amanco Wavin desarrolla
innovadoras tecnologías que aportan a darle circularidad al recurso hídrico,
tal es el caso de QuickStream que recolecta el agua de lluvia. Su diseño impide
el ingreso de aire en el sistema mientras que la acción de bajante de la
tubería genera una succión eficiente, logrando una mejor recolección del
recurso, redirigiendo grandes volúmenes de agua descargada a un punto concreto
donde puede reutilizarse.
Cuenta además con
Aquacell un sistema de drenaje urbano, que gestiona el exceso del agua, su
tecnología permite almacenar el agua en el área donde se precipita para luego ser
absorbida dentro de la estructura formada por las celdas del sistema.
Posteriormente, el agua se puede infiltrar en el suelo o conservarse para ser
reusada en riego, limpieza o aparatos sanitarios.
“La clave para
transformar esta visión en una realidad yace en construir redes de agua locales
y circulares que den prioridad a la sostenibilidad y la resiliencia. Esto
asegurará que, a pesar de las circunstancias sociales cada vez más arduas, que
van desde pandemias hasta fenómenos climáticos extremos, el agua limpia siempre
esté disponible de manera confiable para los residentes de ciudades en todo el
mundo”, concluye Jorge Jean, director de Marketing de Amanco Wavin para
México y Centroamérica.
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