La Federación Mundial del Corazón con el apoyo de la OMS y la UNESCO designó en el 2000 el día 29 de septiembre como el primer Día Mundial del Corazón. Esto obedeció, a una estrategia para poder tener la oportunidad de dar a conocer masivamente las enfermedades cardiovasculares, su prevención control y tratamiento.
El
corazón es un órgano relativamente pequeño, más o menos del tamaño de tu puño,
pero es el músculo más fuerte del cuerpo; se encarga de mantenerte vivo y sano
día a día, en cada segundo de cada minuto.
Si
bien la función del corazón es bombear sangre y oxígeno a tus pulmones y
cuerpo, deshacerse del dióxido de carbono innecesario en el torrente sanguíneo
también es crucial para tu bienestar general. El corazón es susceptible a
enfermedades cardiovasculares, tales como cardiopatías o embolias. Estas
enfermedades son conocidas por ser algunas de las causas de muerte más comunes
en todo el mundo, pues cobran la vida de 17.9 millones de
personas cada año.
Consejos para
envejecer con un corazón saludable:
Tomando
en cuenta estas estadísticas, ahora más que nunca es de vital importancia
comenzar a cuidar tu corazón, especialmente si tienes más de 40 años.
Aquí te damos cinco buenos consejos para ayudarte a iniciar este camino hacia una vida más sana, tanto ahora como en el futuro.
Consejo #1: Identifica los riesgos para tu salud.
La
clave para mantener un corazón saludable es conocer tus indicadores de salud.
Recuerda que es importante visitar a tu doctor para realizarte una revisión
médica de forma regular. Programa una evaluación médica completa al menos una
vez al año, o visita ocasionalmente una clínica de salud para recibir una
revisión rápida.
Cabe
destacar que la hipertensión es el principal factor de riesgo de enfermedades
cardiovasculares, lo cual es altamente preocupante, considerando que es
conocida como el “asesino silencioso”, ya que no muestra señales de advertencia
o síntomas. Por este motivo, es imprescindible que revises tu presión arterial
periódicamente. En caso de que no se trate o diagnostique, podrías estar en
riesgo de padecer alguna enfermedad del corazón o derrame cerebral.
Consejo #2: Disminuye tus malos hábitos.
Dejar
de fumar es lo mejor que puedes hacer para proteger tu corazón, y la buena
noticia es que el riesgo a tu corazón disminuye considerablemente una vez que
lo dejas. Fumar daña las paredes arteriales y causa que se acumule materia
grasa (ateroma), lo cual disminuye el tamaño de la arteria. Algunos pueden
sentir dolor en el pecho –conocido como angina– como señal de advertencia, pero
la mayoría de las personas no se dan cuenta de que sus arterias se han reducido
sino hasta después de sufrir un infarto o derrame cerebral.
¡Decídete
a no volver a fumar y mantén tu compromiso! Tira tus cigarrillos, encendedores
y ceniceros, y dales una oportunidad a los sustitutos de nicotina. Dejar este
hábito nocivo tendrá más beneficios para tu cuerpo de los que te imaginas.
Consejo #3: Lleva una dieta saludable para tu corazón.
Según
nuestra Filosofía de Nutrición Global, el consumo calórico ideal debe
distribuirse en 40% de carbohidratos, 30% de proteína y 30% de grasas
saludables, junto con 25 gramos de fibra y una hidratación adecuada (alrededor
de ocho vasos de agua al día).
Para incrementar la salud de tu corazón, adopta una dieta de frutas frescas, vegetales, proteína magra y granos enteros para obtener tu dosis diaria de vitaminas y minerales. Para grasas saludables, alimentos como pescados grasos (el salmón, la caballa y el atún), la linaza, las nueces, las semillas de calabaza y las semillas de soja/soya son alimentos repletos de ácidos grasos omega 3, los cuales reducen el riesgo de padecer enfermedades del corazón. El pescado no sólo es un excelente substituto para alimentos como la carne, la cual contiene un alto porcentaje de grasas saturadas, los omega 3 también ayudan al sistema cardiovascular disminuyendo los niveles de colesterol y triglicéridos.
Consejo #4: Haz latir a tu corazón.
Los
beneficios del ejercicio y la actividad física diaria son más que sólo perder
peso o verte bien. Aparte de mejorar la salud del cuerpo, el ejercicio ayuda a
que nuestros vasos sanguíneos se relajen y extiendan, dejando que la sangre
fluya mejor por las venas y alimente el corazón. Esto estimula la producción
de óxido
nítrico en el cuerpo, el cual controla,
regula y protege el sistema cardiovascular, contribuyendo a que tengas un
corazón más sano.
Para impulsarte a una vida activa intenta hacer al menos 30 minutos de actividad física moderada todos los días. Si esto te cuesta trabajo, intenta agregar uno que otro paseo durante tu día laboral, deja tu carro más alejado de la entrada a tu oficina o usa una estación de trabajo de pie para evitar estar sentado todo el día.
Consejo #5: Disminuye tus niveles de estrés.
A
pesar de que no se ha encontrado una relación directa entre altos niveles
de estrés y las enfermedades del corazón, este puede ser un riesgo para la
salud de tu corazón.
El
estrés puede causar hipertensión, comer en exceso, una vida sedentaria o causar
que fumes más. Los largos periodos de estrés también pueden provocar niveles
elevados de hormonas de estrés como la adrenalina y el cortisol, las cuales
incrementan el riesgo de infarto.
En
beneficio de tu bienestar, toma el tiempo de relajarte y participar en
actividades que disfrutas. Las personas menos estresadas se ejercitan más y
comen mejor, y ambas actividades son muy importantes para mantener un corazón
sano.
Al
final del día, adoptar un estilo de vida activo y saludable puede ser la clave
para mantener la salud de tu corazón bajo control. Si no has empezado, ahora es
el tiempo de incorporar uno o más de estos consejos a tu vida diaria para
mantener a tu corazón latiendo con fuerza durante las próximas décadas.
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