Grupo Poma comunica la sensible pérdida de Ricardo Poma, CEO y Presidente de Grupo Poma, quien durante más de cuatro décadas lideró visionariamente el conglomerado empresarial y mostró un decidido compromiso con el desarrollo económico y social de El Salvador y otros países de América. Después de enfrentar con fortaleza y determinación dificultades de salud por un extendido periodo, fue llamado a la presencia de Dios.
Compartió sus últimos momentos al lado de su familia: su esposa Michelle y sus hijos -Fernando, Alberto, Andrés y Alicia-, hermanos, sobrinos y nietos. Poma fue el tercer hijo del matrimonio entre el recordado empresario Luis Poma († 1996) y Alicia Poma Delgado († 2004). Nació el 3 de mayo de 1946, en la ciudad de San Salvador. Junto a sus hermanos, María Elena, Roberto († 1977), Eduardo y Ernesto conformó la tercera generación de la familia Poma en El Salvador. Se graduó de la Universidad de Princeton como Ingeniero Industrial y obtuvo un MBA de la Universidad de Harvard. Se integró a la empresa familiar en 1969 como Gerente General de Industrias Metálicas, una de las empresas predecesoras de Solaire.
En 1973, se unió a Grupo Roble, donde lideró, primero, desde la Gerencia General y luego como Presidente de la división inmobiliaria. Desde la década de los noventa, asumió las riendas del conglomerado familiar, conformado ya por cinco divisiones operativas: Excel, Roble, Real Hotels & Resorts, Solaire y Autofácil. Logró internacionalizar su presencia a 10 países de América a través de exitosas estrategias multimarca y multipaís. Durante los últimos 20 años hizo equipo con sus hijos, Fernando, Alberto y Andrés, sus sobrinos, Alejandro y Diego, así como con su hermano menor Ernesto, en las diferentes empresas, una experiencia que fortaleció la gobernanza, innovación y continuidad del conglomerado.
El liderazgo de Poma se caracterizó por valores y principios éticos que permearon en Grupo Poma y se transformaron en la base de su cultura corporativa. Guio y transmitió a los equipos de trabajo la fórmula visión, gente y pasión. A lo largo de más de cinco décadas de trayectoria empresarial, mostró que liderar con claridad estratégica y planificación rigurosa era tan esencial como poner a las personas en el centro, inspirarlas y fortalecer su vínculo con el propósito de la compañía. El legado del empresario trasciende los negocios. Desde muy joven se involucró en gremiales empresariales e instituciones sociales a las que dedicó buena parte de su vida con el propósito de incidir en el progreso social y el desarrollo económico, especialmente de El Salvador, país al que siempre se sintió profundamente arraigado.
La inversión en educación, salud y cultura fueron el centro de su compromiso social. Lideró la Fundación Poma y la Fundación Salvadoreña para la Salud y el Desarrollo Humano (FUSAL), iniciadas por su padre a mediados de los ochentas, e instituyó, en 2013, la Fundación Renacer, junto a su esposa Michelle y sus hijos, Fernando, Alberto y Andrés. A la edad de 47 años, en 1993, su compromiso sentó un precedente al liderar la creación de la Escuela Superior de Economía y Negocios (ESEN), una casa de estudios enfocada en la formación de los futuros líderes de la región, siguiendo dos objetivos: excelencia académica y oportunidad para todos. Más de treinta años han transcurrido, y los frutos de la ESEN se evidencian en sus más de 2,600 graduados, altamente demandados y reconocidos en el mundo laboral. La vida familiar ocupó un lugar primordial y entrañable para el empresario. Como esposo y padre de cuatro hijos encontró una de sus mayores fuentes de motivación, alegría y plenitud. Con esa convicción, asumió decididamente la tarea de guiar al grupo familiar, fomentando la unidad y la armonía entre todas las generaciones.
Entre la vida empresarial y familiar, Poma disfrutó y destacó en variados pasatiempos, entre ellos: la aviación, la pesca, el golf, el tenis y el esquí. “En este momento de duelo nos consuelan los recuerdos compartidos, la gratitud por su liderazgo humilde, cercano e inspirador, y la esperanza de su reencuentro con Dios, sus padres -Luis y Alicia- y su hermano Roberto en la eternidad”, expresó Fernando Poma, hijo del empresario.
La cuarta generación de la familia Poma se mantendrá al frente de cada una de las divisiones del conglomerado y seguirá activamente involucrada en el progreso social, dándole continuidad al legado de Ricardo Poma y sus predecesores. “Su ausencia nos duele, pero nos conforta que su presencia permanecerá viva en lo que somos y en lo que hacemos. Honraremos su legado manteniendo vivos los valores que lo guiaron y construyendo el futuro con visión, integridad y compromiso social”, enfatizó su hijo.
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