El etanol, un alcohol producido principalmente a partir de caña de azúcar o maíz, se mezcla con la gasolina en algunos países para mejorar su octanaje y reducir la dependencia de combustibles fósiles. Aunque esta práctica tiene beneficios en ciertos contextos, en el caso de las motocicletas guatemaltecas plantea dudas y riesgos que no deben ignorarse.
Según los fabricantes, muchos modelos, en especial los de baja y media cilindrada que predominan en Guatemala, no fueron diseñados para operar con mezclas altas de etanol. La obligatoriedad de un combustible con etanol sin una transición técnica adecuada puede generar daños mecánicos, pérdida de potencia e incremento en los costos de mantenimiento.
Uno de los principales problemas es que el etanol absorbe humedad, lo que aumenta el riesgo de corrosión en el sistema de combustible y acumulación de residuos en carburadores e inyectores. Además, su densidad energética es menor que la de la gasolina pura, por lo que el rendimiento por litro disminuye.
No se trata de descalificar el uso del etanol, sino de comprender sus limitaciones y educar a los motoristas sobre las implicaciones reales que tendría en sus motocicletas y en su economía. Entre los mitos más frecuentes figura la creencia de que todas las motocicletas pueden usar etanol sin problema, cuando en realidad la mayoría no están fabricadas para soportar mezclas altas y solo toleran porcentajes bajos como el 5%.
También existe la idea de que el etanol es siempre más económico, pero el mayor consumo de combustible y los posibles daños en el motor pueden generar más gastos. Incluso hay quienes piensan que no hay riesgos de seguridad al usarlo, sin embargo, en motocicletas no adaptadas puede provocar fallas repentinas que ponen en peligro al conductor.
“En ASIM creemos que cualquier transición energética debe hacerse con responsabilidad técnica y social. El parque de motocicletas en Guatemala no está listo para un cambio obligatorio y sin opciones claras, lo que pondría en riesgo tanto los motores como la seguridad de los motoristas”, explicó Obed Marroquín, experto en etanol y energías renovables para ASIM.
ASIM recomienda que los motociclistas se informen, revisen el manual de su vehículo y exijan que cualquier modificación en el tipo de combustible sea opcional y no obligatoria. Además, solicita que se garantice siempre la disponibilidad de gasolina sin etanol en el país.
“La educación vial no solo implica respetar las normas en carretera, también significa que los motoristas comprendan cómo un cambio en el combustible puede impactar directamente en su bolsillo y en la vida útil de su motocicleta”, agregó Marroquín.
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