En
los últimos años, el cambio climático ha provocado una afectación directa en la
vida de los seres humanos, debido a las modificaciones en el equilibrio
habitual del medio ambiente. No obstante, esto no se limita solo al ambiente,
sino que también genera nuevos riesgos para los sectores empresariales. Uno de
ellos es el sector financiero.
Para
Naeem
Siddiqi, Senior Advisor, Risk and Quantitative Research de SAS, las
instituciones financieras, en la actualidad, están atravesando un momento
complejo, en el cual existen varios riesgos. El principal tiene que ver con una
posible recesión mundial; pero le siguen riesgos ambientales a los que las
entidades financieras deben poner mucha atención, tanto a corto como a largo
plazo.
El
especialista comentó que, en cuanto al cambio climático, los principales
riesgos que enfrentan son los físicos y de transición. Según explicó, los
primeros incluyen, por ejemplo, huracanes; inundaciones; sequías, que traen
consigo incendios.
“Todo ello aumenta las
posibilidades de tener mayores pérdidas en el sector financiero por la
destrucción de propiedades y una disminución de actividades en estas zonas.
Además, esto representa una gran tragedia humana que puede afectar a cientos de
millones de personas en todo el mundo”, señaló Siddiqi.
Añadió
que, en cuanto a los riesgos de transición, son aquellos que enfrentan la
industria y los bancos conforme se avanza o se transita de una economía
contaminante basada en combustibles fósiles a otro tipo de energías más
limpias.
“Aunque la demanda de
productos derivados del petróleo continúa, se espera que en un futuro se
implementen políticas más rígidas por parte de los gobiernos, las instituciones
financieras y los inversionistas para disminuir la apuesta por este tipo de
recursos. A medida que aumenten los impuestos al carbono y cambien las
preferencias de los consumidores, comenzaremos a ver una menor demanda de
combustibles fósiles. Esto modificará los ingresos, no sólo de las compañías
petroleras, sino que también de los negocios upstream (actividades de
exploración y producción) y downstream (actividades de transporte, refinación y
comercialización), lo que generará riesgos crediticios para los prestamistas en
dichos sectores”, mencionó el especialista de SAS.
Criterios de ESG en el sector
financiero
Estos riesgos que sufren las entidades financieras, resaltan la importancia que tiene para ellas el implementar criterios ambientales, sociales y de buen gobierno corporativo (ESG, por sus siglas en inglés).
Precisamente,
considera Siddiqi, la mayoría de las instituciones financieras del mundo están
en proceso de identificar, cuantificar y reportar sus exposiciones al riesgo
climático. También están realizando análisis en sus carteras, construyendo
modelos y creando informes. Y para todo ello las herramientas de analítica
avanzada, inteligencia artificial (AI) y gestión de riesgos son clave. No
obstante, añadió, actualmente se realizan de forma aislada.
“En el futuro, los análisis
deberán realizarse en entornos que deberán contar, por ejemplo, con gobernanza
de datos, linaje de datos, gobernanza y auditabilidad de modelos. Así como con
procesos repetibles que conduzcan a cálculos y decisiones de capital. Cuando un
banco considera al riesgo climático como un componente importante en su toma de
decisiones, tendrá que tener un alto grado de confianza en la analítica y
también poder implementar los resultados en su toma de decisiones. Además, la
analítica climática tendrá que integrarse a todos los aspectos existentes de la
toma de decisiones. Y, por lo tanto, será muy importante la transparencia y
auditabilidad en los cálculos que se realicen”, dijo
Siddiqi.
Para
ello, la entidad financiera deberá considerar el estado de su infraestructura
de análisis existente para garantizar que pueda absorber el análisis de riesgo
climático. Precisamente, en la actualidad, muchos bancos enfrentan retos en el
manejo y análisis de riesgo crediticio, aun cuando el conjunto de datos es
reducido y los modelos son simples.
“Aquellos bancos y compañías
que recopilen y gestionen adecuadamente los datos, que se apoyen y confíen en herramientas
de analítica avanzada, para guiar su estrategia e implementen acciones para
mitigar el cambio climático y planes de transición, tendrán buenos resultados
en los mercados financieros. Por ejemplo, el valor de sus acciones podría
incrementarse en la bolsa de valores o conseguir mejores créditos, ya que se
espera que estas empresas sean más resilientes a futuro”, mencionó el especialista.
Añadió
que, en contraparte, el no tomar acciones para disminuir el impacto ambiental,
o no contar con un plan de transición creíble para pasar de una economía sucia
a una ecológica, tendrá un impacto negativo en las entidades financieras. Esto
desde riesgos reputacionales hasta una reducción en el financiamiento e
inversiones. “En el peor de los casos,
por supuesto, industrias enteras quedarán obsoletas, como se ha visto en
algunas empresas de carbón en Alemania y Estados Unidos, cuyo valor de mercado
ha disminuido hasta en un 90%”, dijo.
Adicionalmente,
bancos globales están tomando en cuenta los criterios de ESG para otorgar
préstamos corporativos. Lo cual está vinculado tanto al riesgo de crédito como
al de reputación. “Por ejemplo, para una
empresa con mala reputación ambiental será complicado conseguir un préstamo, ya
que ningún banco deseará que se le relacione con ella”, mencionó Siddiqi.
Hoy
por hoy, también existen diversas oportunidades para las entidades financieras.
Una de ellas es que muchas industrias están buscando transitar hacia acciones
más ecológicas. Esto genera que haya empresas innovadoras que buscan
financiación para actividades que tendrán demanda en el futuro.
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