Cada 16 de octubre se conmemora el Día Mundial de la Alimentación, una jornada proclamada por la ONU desde 1981 para concienciar sobre el hambre, promover la seguridad alimentaria y fomentar la acción global para erradicar el hambre.
Según la
FAO, hasta 733 millones de personas se enfrentan al hambre debido a factores
como vivir en áreas de conflicto, las repetidas crisis climáticas y las
recesiones económicas. Además, se estima que un tercio de los alimentos
producidos a nivel mundial se pierde o desperdicia, lo que equivale a 1.3 mil
millones de toneladas por año, contribuyendo a la inseguridad alimentaria
global.
Dado este
escenario, todos deberíamos tomar decisiones más conscientes para evitar el
desperdicio de alimentos. Susan Bowerman, directora Senior de Educación y
Capacitación en Nutrición Mundial de Herbalife, sostiene que “todos podemos
adoptar acciones más amigables con el medio ambiente, comenzando por reducir el
desperdicio de alimentos en nuestros hogares”.
5 maneras Prácticas de
Ayudar al Medio Ambiente
La experta
en nutrición explica que, en el día a día y al planificar las comidas, hay
varias formas en las que se puede ayudar a reducir el desperdicio de alimentos
y vivir de manera más sostenible. A continuación, presenta cinco de ellas:
- Planificar con anticipación. La falta de organización puede llevar a compras excesivas y, en
consecuencia, al deterioro de los alimentos. Ya sea que estés preparando
comidas nutritivas para la semana o eligiendo el menú para una próxima
reunión con familiares o amigos, planificar los alimentos con anticipación
es crucial para ayudar a los consumidores a comprar solo lo necesario. Esto asegura que se prepare únicamente la cantidad que se va a
consumir, evitando la preparación excesiva de alimentos que luego no se
consumirán, reduciendo así el desperdicio.
- Considerar cocinar con ingredientes más sostenibles. Las personas se están inclinando hacia dietas más basadas en
plantas por una variedad de razones, incluyendo preocupaciones de salud,
pérdida de peso o preocupaciones sobre el medio ambiente. Para aquellos
que recién comienzan a experimentar este tipo de alimentación, podría ser
mejor adoptar una dieta o menú “flexitariano”, que es una dieta
principalmente basada en plantas con la inclusión ocasional de carne,
aves, pescado o huevos. Es una excelente manera de mantener una dieta
saludable y equilibrada mientras se ayuda a proteger el medio ambiente al
reducir la energía y los recursos utilizados para producir carne roja.
- Servir las porciones en la cocina en
lugar de en la mesa. Se recomienda servir las porciones de
comida en cada plato. Con los platos de servicio en la mesa, es muy fácil
tomar “solo una cucharada más”, que a menudo queda sin comer. Una de las
mayores fuentes de desperdicio de alimentos proviene de la comida que
queda en el plato, que a menudo termina en la basura.
- verse un poco tristes. Cuando los tomates
se pongan demasiado blandos para cortarlos en ensaladas, se puede considerar
hacerlos en salsa de tomate casera. ¿Los plátanos se están poniendo
marrones y blandos? Se puede darles más vida pelándolos y guardándolos en
el congelador como un ingrediente saludable para batidos. Las sopas y
guisos son excelentes platos que pueden incorporar muchos ingredientes
diferentes, como verduras que podrían estar un poco pasadas de su mejor
momento.
- Donar los extras a quienes lo necesiten. Al limpiar la despensa, se puede considerar el donar alimentos no perecederos a bancos de alimentos y organizaciones benéficas locales.
De este
modo, en este Día Mundial de la Alimentación, es importante recordar que cada
pequeño esfuerzo tiene un impacto significativo. Reducir el desperdicio de
alimentos no solo contribuye a combatir el hambre y la inseguridad alimentaria,
sino que también promueve la sostenibilidad del planeta.
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