La intensa vida online requiere que para mantener protegidos nuestros datos contemos con un sinfín de contraseñas complejas, aquellas compuestas por una mezcla de letras, dígitos y caracteres especiales. Pero los requisitos que conllevan esas contraseñas complejas suponen habitualmente frustraciones y frecuentes bloqueos.
Hoy
en día, los dispositivos y sistemas de inicio de sesión modernos ofrecen un
método mejor: las frases de contraseña, una secuencia de palabras o texto para
acceder a un sistema. Estas frases de contraseña son superiores a las
tradicionales contraseñas “complejas” debido a una sólida combinación de
ventajas: resultan fáciles de recordar, aunque muy difíciles de adivinar para
humanos o computadores. Este es el motivo por el cual son recomendadas por el
NIST para disponer de una protección avanzada.
El problema de las
contraseñas complejas
Las
contraseñas complejas pueden ser problemáticas por varias razones. En general,
son difíciles de recordar al combinar letras, números y caracteres especiales,
lo que puede llevar a un aumento de la vulnerabilidad de la contraseña, por
guardarla en un lugar no seguro o compartirla con otros, y también por la
frustración que genera en el usuario, al tener que introducirla repetidamente
para acceder a una cuenta, sobre todo si es demasiado compleja
Fácil de recordar
Dado
que las frases de contraseña son de seguridad avanzada debido a su longitud, y
no a la complejidad de sus caracteres, son mucho más fáciles de recordar para
los humanos que una secuencia de números, letras y símbolos. Una frase de
contraseña puede ser cualquier cosa: desde la letra de una canción hasta una
cita favorita, un lema personal o un chiste privado, lo cual facilita tanto la
lectura como el tecleo.
Difícil de descifrar
La
longitud supone una complejidad adicional para el ciberdelincuente, y una mayor
probabilidad de que su frase de contraseña sea totalmente distinta de cualquier
otra que hubiese quedado expuesta en el pasado. Aunque a un ordenador potente
puede llevarle escasos segundos intentar cualquier posible combinación de
contraseña de 12 caracteres de longitud, las contraseñas de al menos 15
caracteres —en esencia, una frase breve, espacios incluidos— le llevarán
exponencialmente más tiempo.
La transición a las
frases de contraseña
En
este momento, la principal limitación para la adopción de frases de contraseña
en los entornos empresariales procede de los equipos antiguos, que tienen
limitaciones de caracteres y requisitos de contraseña obsoletos. Sin embaro, la
doble ventaja de las frases de contraseña se ha convertido en la función más
solicitada por los clientes de Kingston IronKey. Este es el motivo por el que
Kingston incorporó la capacidad de frases de contraseña en numerosos
dispositivos de la línea de almacenamiento Flash cifrada por hardware IronKey,
como por ejemplo el IronKey Keypad 200
(que emplea un teclado alfanumérico en el propio dispositivo), el IronKey Locker+ 50
y las unidades USB de la serie Vault Privacy 50,
así como los discos SSD externos Vault Privacy 80.
Estos
dispositivos permiten a los usuarios seleccionar el modo Frase de contraseña, y
admiten frases de hasta 64 caracteres de longitud. De este modo, los usuarios
tienen la flexibilidad de establecer frases de contraseña largas con las que
protegen mejor sus datos contra intentos de vulneración y, a la vez, resultan
más fáciles de recordar por ser una serie de palabras con significado.
#KingstonIsWithYou
escribir.
Es importante elegir una frase que sea significativa y personal para el usuario
y que cumpla con los requisitos de seguridad recomendados.
#KingstonIsWithYou
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