Hay acciones que hacemos día a día sin pensarlas: presionamos un interruptor, conectamos el cargador del teléfono, cocinamos nuestros alimentos, arrancamos una máquina en el taller y damos por sentado que la electricidad “estará ahí”. Detrás de esas acciones cotidianas hay un sistema complejo y el esfuerzo de muchas personas que, si no se entiende y cuida, puede fallar Y cuando falla, no solo se apaga la luz: se resiente la calidad de vida, se frena la economía, aumentan los costos y se amplían las brechas sociales.
En
Guatemala solemos conversar mucho sobre la generación eléctrica, sobre si es
solar, hidroeléctrica, eólica o térmica; pero poco hablamos del “medio de
transporte” que hace posible que la energía llegue a donde se consume, donde
están las personas y la producción. La transmisión eléctrica es esa carretera
intangible del desarrollo. Sin transmisión no hay calidad en el servicio, no
hay confiabilidad y, definitivamente, no hay precios competitivos.
Las
“autopistas” que no vemos
Me
gusta explicarlo con una metáfora simple: las líneas y subestaciones son
autopistas por donde circula un producto; la energía. Si la autopista es
angosta, está deteriorada o se ve interrumpida por bloqueos o falta de
coordinación, el flujo se vuelve lento, caro e inseguro. Si contamos con vías
amplias, de varios carriles, mantenemos y planificamos, entonces conectamos
regiones competitivas, alentamos la productividad, reducimos pérdidas y
llevamos oportunidades a más familias.
Escucho historias que me recuerdan por qué este tema es urgente: personas que caminan kilómetros para encontrar dónde cargar su celular; emprendedoras que no pueden hacer crecer su negocio por las interrupciones frecuentes; estudiantes que pierden clases virtuales por la inestabilidad del servicio y hospitales que ven limitada la atención por fallas en la energía. Estas realidades no se resuelven solo “generando más”, sino garantizando que la energía que ya producimos pueda moverse, sin cuellos de botella, hasta cada hogar, escuela, hospital e industria.
Datos
que no podemos ignorar
Más
allá de estas historias, los números recientes son elocuentes y ayudan a
enfocar el problema donde realmente está:
- En el último quinquenio,
la red nacional se expandió 454 km. De ellos, 404 km (89%) provinieron de
inversiones de transportistas del sector privado y 50 km (11%) fueron
ejecutados desde el ámbito público.
- Aporte de Conecta: dentro
de esos 404 km privados, Conecta puso en operación 204 km (aproximadamente
50.5% del total privado) y 5 de las 9 subestaciones construidas por el
sector privado (aproximadamente 55.6%) en los últimos 5 años.
- Existe una brecha
preocupante entre el crecimiento de la demanda y el de la red: la demanda
aumenta cerca del 4% anual, mientras que la expansión de transmisión ronda
1.5%.
- Con un escenario de
crecimiento económico medio, Guatemala necesitará incorporar
aproximadamente 5,560 km de líneas y 216 subestaciones.
- Al ritmo actual (454 km
en 5 años), el país apenas proyectaría aproximadamente 1,638 km en 18
años, muy por debajo de lo necesario; y en ese mismo período se añadieron
solo 9 subestaciones, cuando el sistema demanda alrededor de 10 por año.
- Mantener este ritmo
obstaculiza el crecimiento: limita el acceso, encarece la energía, reduce
la confiabilidad y frena la competitividad.
El sector privado, incluido Conecta, ha buscado aportar de manera responsable al fortalecimiento de la transmisión eléctrica. Aun así, los esfuerzos actuales del país no son suficientes y es necesario acelerarlos y ampliarlos. Esto evidencia que la colaboración entre los sectores público y privado es esencial para el desarrollo del sistema de transmisión. Más que quedarnos en el reconocimiento, necesitamos mejorar la planificación, simplificar los procesos y coordinar mejor el trabajo, para que la energía llegue de forma oportuna a las comunidades y a los lugares donde realmente se requiere.
Sin transmisión no hay desarrollo. Y el tiempo para actuar es ahora.
- Con un escenario de
crecimiento económico medio, Guatemala necesitará incorporar
aproximadamente 5,560 km de líneas y 216 subestaciones.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario