Teníamos que aplicar nuevas estrategias que anticiparan las necesidades de nuestros clientes para ofrecerles las soluciones efectivas que requerían en el momento oportuno. Me di cuenta que debíamos centrarnos en tres aspectos para satisfacer las necesidades del mercado, de nuestros empleados y de nuestro negocio: la integración, la comunicación y la inclusión.
La consolidación y la conquista
Recientemente en mi carrera
profesional, tuve la oportunidad de desempeñarme como Gerente General para
Vertiv Brasil, donde dirigí la compañía a nivel nacional por muchos años. Esto
me dio la experiencia y el conocimiento para creer que las empresas en América
Latina debían trabajar de forma conjunta, en unidad, y fusionar así nuestros
procesos operativos. A pesar de nuestras muchas similitudes, América Latina es
una región sumamente diversa, debido no solo a sus diferentes culturas, sino
también a los distintos idiomas.
Es en esa diversidad donde puedo
visualizar nuestra mayor oportunidad para la integración, especialmente durante
la pandemia. Así que, concebimos una nueva identidad de liderazgo llamada “One
LATAM”, un plan para unir fuerzas dentro de Vertiv LATAM y empezar a operar
como una sola organización impulsada por un objetivo común.
Nuestro objetivo fue comprender los
procesos de transformación digital, las necesidades del mercado y las
oportunidades a las que nos estábamos enfrentando desde una perspectiva
regional. Con esta iniciativa, apuntábamos hacia una labor más colaborativa,
transversal e intercultural, donde aspiramos a los más altos niveles de
servicio para el cliente, sin importar su ubicación.
La comunicación como un valor
esencial
Si queremos responder al mercado como
una sola entidad, tenemos que actuar como una sola entidad desde adentro. En lo
personal, la experiencia del cliente se construye a partir de lo que las
personas viven internamente, por eso, el talento humano es el primer eslabón
para transmitirle al mercado un objetivo de excelencia.
Garantizar esa cultura interna
durante la pandemia, cuando la incertidumbre y el estrés afectaban a los
trabajadores en todo el mundo, fue sin lugar a dudas uno de los mayores
retos.
Siempre he creído que la experiencia
interna se desarrolla día con día, a través de una serie de directrices y
comportamientos, promovida desde los más altos niveles de la organización. Lo
que nunca había contemplado era cómo construirla cuando ya no estábamos físicamente
presentes todos los días.
En este contexto, la comunicación ha
sido esencial para promover nuestra cultura organizacional y fortalecer la
confianza en nuestros equipos. Como líderes, teníamos que aprender a
comunicarnos con transparencia y empatía de forma constante, y hacerle ver a
nuestra gente que, a pesar de la distancia, estábamos juntos en esto.
Mediante la cultura “One LATAM”,
pretendemos inspirar, facilitar, acompañar y guiar a nuestros colaboradores en
momentos de dificultad. Las actividades de integración diaria y semanal en un
formato virtual nos ayudaron a mantener la sensación de cercanía. No fue nada
fácil, pero el esfuerzo fue bien recibido. En estos dos años, hemos crecido y
aprendido muchísimo, pero, sobre todo, puedo decir que hoy más que nunca, somos
un equipo mucho más fuerte, resiliente e integrado.
La integración a través de la
inclusión
Dentro de una región tan diversa como
América Latina, la inclusión es indispensable. En los dos últimos años, las
diferencias culturales nos han ayudado a fomentar las relaciones
interpersonales y mantener una constante comunicación entre nuestros
equipos.
Desde mi perspectiva, mantener
equipos diversos ha permitido que los trabajadores puedan pensar más allá de
sus fronteras y aumentar su conocimiento en las particularidades de cada
mercado regional latinoamericano. Acoger la diversidad nos posibilitó tener una
mayor escucha generativa, crear consenso y promover una disidencia respetuosa
para tomar las mejores decisiones para la compañía y sus clientes.
Al final del día, la integración de
la región realmente sucede cuando la diversidad y la multiculturalidad se
incorporan en cada nivel de la organización. Mientras trabajemos de forma
inclusiva, creceremos más como organización y desarrollaremos aún más las
habilidades de nuestros empleados.
Entonces, ¿qué está por venir?
Posterior a la pandemia, los estándares del mercado han cambiado, así como los
líderes. Existen nuevas necesidades y diferentes maneras de relacionarse unos
con otros, pero si hay algo que hemos aprendido de esta experiencia, es que
debemos confiar en nuestros procesos de comunicación asertivos y sincronizados
para cuidar a nuestros equipos.
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