Hoy FUNDAL informó sobre los temas de Sordera e Hipoacusia con el objetivo de sensibilizar a la sociedad guatemalteca con relación al cuidado de la audición.
Recordemos que el oído es el órgano encargado de recoger las ondas sonoras y dirigirlas para que se
transformen en impulsos eléctricos y así llevar el estímulo hacia el cerebro en
donde el sonido es interpretado. Es uno de los sentidos altamente conectados
con la comunicación, por ende de vital importancia para las relaciones
interpersonales y el aprendizaje.
Por su parte la
sordera se define como la pérdida total
de audición que impide el entendimiento del lenguaje oral con o sin audífono. Esta se puede clasificar según el grado de
pérdida, lugar de la lesión y el momento en que se pierde la audición.
Por otro lado tenemos la hipoacusia que es un
trastorno sensorial que consiste en la pérdida
auditiva (incapacidad para escuchar los sonidos), que dificulta el desarrollo del habla, el lenguaje y la comunicación.
La forma de comunicación más natural y efectiva
para una persona sorda, es la lengua de señas que basa su metodología en
estímulos visuales.
FUNDAL desde el inicio de sus programas en 1998 ha
generado las condiciones para que los estudiantes, sus familias y cualquier
guatemalteco deseoso de aprender este tipo de comunicación, lo haga dentro de
sus instalaciones. Actualmente están
ofreciendo cursos de Lengua de Señas en línea, que dan inicio el próximo 19 de
enero.
Dentro de las causas más comunes de la
discapacidad auditiva se pueden mencionar: factores hereditarios, infecciones
recurrentes del oído, meningitis, traumas, exposición permanente al ruido
excesivo, entre otras.
Al igual que cualquier otra discapacidad, muchas
de las barreras que afronta una persona sorda se pueden reducir mediante la detección
oportuna e intervención temprana. Esto incluye programas especializados de
educación y enseñanza en lengua de señas, el uso de tecnologías de apoyo, por
ejemplo, audífonos, implantes cocleares, subtítulos y otros recursos que pueden
servir de ayuda a las personas con discapacidad auditiva de cualquier edad. Así
mismo, las personas pueden mejorar su calidad de vida mediante terapia de
lenguaje, estimulación auditiva y otros servicios complementarios.
De los 34 millones de niños que tienen sordera o
hipoacusia en el mundo, un 60%, es decir 20.4 millones, han adquirido esta
condición por causas prevenibles, esto según los datos expresados por la OMS.
América Latina y el Caribe representan el 9% de la carga de la pérdida
de la agudeza auditiva en el mundo. Aproximadamente la mitad de todos los casos
son fácilmente prevenibles o tratables, pero lamentablemente muchos países
carecen de las medidas para prevenir y tratar las pérdidas auditivas.
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