Los
modelos de inteligencia artificial (IA) ya no son ajenos a la humanidad;
después de todo, según datos de Statista, aproximadamente el 47% de las empresas latinoamericanas han incorporado activamente la Al
en sus operaciones comerciales. En contraste, solo el 16% de las compañías
de la región afirman no tener interés en explorar la IA como parte de su
transformación digital.
En
este sentido, se ha visto cómo marcas de tecnología de consumo, apps y otras
plataformas integraron componentes o agentes de IA a sus softwares,
todas con la intención de facilitar o personalizar su uso y de continuar el
desarrollo activo de esta rama de la innovación que ha dado pasos agigantados
durante la última década.
En
un mundo cada vez más moldeado por la inteligencia artificial, las líneas entre
lo real y lo artificial continúan desdibujándose. Según Carlos Ángel, Gerente
Regional de Tools For Humanity, empresa colaboradora de World, co-fundada por Sam Altman y Alex Blania, hay
tres tendencias que emergerán con fuerza para 2025 y que redefinirán la forma
en que interactuamos con la tecnología:
- Crecimiento de interacciones híbridas entre
máquinas y humanos
Las
fronteras entre los humanos y las máquinas se difuminan cada vez más en
sectores clave como servicio al cliente, las ventas, marketing y el
reclutamiento de personal. Esto da como resultado un aumento en las
interacciones híbridas, que son aquellas en donde la IA trabaja en paralelo con
personas reales para ofrecer experiencias personalizadas, como el caso de los
ChatBots. Estas interacciones no solo mejoran la eficiencia de las
organizaciones, sino que también abren nuevas posibilidades para personalizar
la atención al cliente y los procesos de contratación.
Si
bien la IA podrá optimizar y acelerar muchos procesos, los humanos seguirán
siendo esenciales en el liderazgo de estas interacciones híbridas. La empatía,
el juicio ético y la creatividad seguirán siendo capacidades humanas cruciales
que las máquinas no podrán replicar de forma completa.
"La
colaboración entre humanos y máquinas está redefiniendo la productividad y la
eficiencia alcanzable en las organizaciones, pero debemos asegurarnos de que
esta sinergia esté anclada en la autenticidad y en la transparencia.",
destaca Ángel.
- El uso de pruebas de humanidad, la
contraparte esencial de la IA
La
prueba de humanidad es un proceso destinado a verificar que una acción digital
o cuenta pertenece a un humano real, único y vivo, en lugar de un bot, IA o
sistema automatizado. Hace apenas tres años, esta idea parecía innecesaria, sin
embargo esto ha cambiado drásticamente. Los bots impulsados por IA no son
necesariamente malos, pero pueden ser usados para todo, desde difundir
desinformación, hasta phishing y deep fakes. Estos desafíos solo continuarán
creciendo.
Las
tecnologías de prueba de humanidad como World ID, ya proporcionan una capa de
confianza útil para las interacciones digitales, pero no se detienen allí.
También se pueden combinar con otras tecnologías existentes como Face Auth para desarrollar herramientas de alta potencia
como Deep Face para proteger contra deep fakes y otros
vectores de fraude.
Según
el representante de Tools For Humanity, de cara a 2025 la adopción generalizada
de herramientas como World ID podría marcar el inicio de una nueva era digital;
dado que la prueba de humanidad busca convertirse en un estándar global que
garantice la autenticidad humana en un mundo donde la inteligencia artificial
continuará tomando espacio como una parte integral de nuestras vidas. La
intención es crear espacios digitales más seguros y confiables.
- Resurgimiento de ecosistemas solo para
humanos
La
era de comunidades peer to peer (de
igual a igual) está resurgiendo, impulsada por pruebas de humanidad
biocriptográficas que demuestran que una persona es real y única en entornos en
línea. En un mundo donde la automatización y los bots son cada vez más comunes,
estas pruebas aseguran que las interacciones sean auténticas y que solo los
humanos puedan participar en ciertos espacios virtuales. Este fenómeno está
revitalizando los ecosistemas donde la confianza y la autenticidad son
fundamentales para la interacción.
La
tecnología está devolviendo el control a las personas, permitiéndonos
interactuar en espacios virtuales donde la confianza no se da por sentada, sino
que se valida de forma constante",
afirma Ángel, “esto nos da la oportunidad de saber que estamos en contacto con otras
personas en espacios diseñados exclusivamente para la interacción humana; como
las apps de citas o compra de boletos para conciertos, por ejemplo”.
Este
resurgimiento también tiene un impacto profundo en la accesibilidad y la
inclusión. A medida que la tecnología avanza rápidamente, es importante que la
innovación llegue a todos, permitiendo que cada individuo participe de manera
segura y confiable en un entorno digital. La misión es crear un espacio donde
las personas puedan conectarse, comunicarse y crecer sin la interferencia del
uso de tecnologías automatizadas o fraudulentas.
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