Ante los constantes
sismos registrados en el país durante las últimas semanas, la Cámara
Guatemalteca de la Industria de la Construcción (CGC) convocó a un panel de
expertos para analizar, desde distintas dimensiones —origen geológico,
vulnerabilidad de las edificaciones, normativa constructiva y preparación
institucional—, una pregunta clave para el país: ¿sismos en Guatemala: alarma
pasajera o riesgos estructurales reales?
El Dr. David
Monterroso, director de Mitigación de CONRED, señaló que la planificación del
territorio y los estudios de amenaza sísmica deben estar plenamente integrados.
Expresó que, aunque existen avances, aún hay gobiernos locales sin planes
actualizados de respuesta sísmica y que se requiere una coordinación efectiva
con instituciones como CONRED para prevenir desastres mayores.
El Ing. Juan Pablo
Ligorría, geofísico y consultor asociado a Geociencia Aplicada, explicó que los
enjambres sísmicos recientes en Sacatepéquez, Escuintla y el sur del país deben
ser interpretados como una señal de alerta. Subrayó que el tipo de suelo, la
ubicación y la altura de los edificios son factores que amplifican el impacto
sísmico, y lamentó que mucha infraestructura aún se construya sin considerar
estos datos esenciales.Por su parte, el Dr. Héctor Monzón, especialista en
sismorresistencia y miembro de ACI, advirtió que más del 60% de las
edificaciones en el área metropolitana presentan vulnerabilidades,
especialmente en elementos no estructurales que podrían colapsar con un sismo
moderado. Reiteró que el país no puede seguir ignorando estas señales de
advertencia y que es fundamental construir con responsabilidad y conocimiento
técnico.
El Ing. Byron Paíz, presidente de AGIES, aportó la visión del gremio especializado en ingeniería estructural y sísmica. Enfatizó que la normativa estructural ya existe, pero su cumplimiento aún es débil, tanto en el sector formal como informal. Afirmó que Guatemala necesita más profesionales y técnicos capacitados en diseño y supervisión estructural, y que la formación continua debe ser una prioridad nacional.Asimismo, el Ing. Carlos Fuentes, presidente del ICS, destacó la responsabilidad del sector privado en promover el uso de materiales certificados, el cumplimiento de normas y la formación de mano de obra calificada. Subrayó que la construcción segura no puede ser una opción, sino un compromiso ético y profesional en todo el país.
“Impulsar espacios técnicos como este es esencial para enfrentar con
responsabilidad los riesgos sísmicos del país. Desde la Cámara instamos al
resto del país a priorizar la prevención”, comentó José Andrés Ardón,
director ejecutivo de la CGC.
El análisis impulsado
por la CGC dejó en evidencia que la actividad sísmica debe asumirse como un
factor permanente de riesgo en el país, y que la única forma de reducir su
impacto es fortaleciendo el cumplimiento de las normas técnicas, promoviendo
una cultura de prevención y apostando siempre por una construcción segura. En
este esfuerzo, la Cámara reafirma su compromiso de actuar con responsabilidad y
aportar soluciones concretas ante los grandes desafíos que enfrenta Guatemala.
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