lunes, 4 de agosto de 2025

Comunicar con propósito: reputación desde el sector energético


 La energía impulsa el desarrollo, conecta territorios y crea oportunidades. Pero su verdadero potencial se revela cuando se comunica con claridad, propósito y humanidad. En el sector energético, la comunicación corporativa es más que un apoyo: es una fuerza estratégica que traduce la técnica en sentido, vincula a las organizaciones con su entorno y, sobre todo, construye confianza en cada paso del camino.

Tras dedicar los últimos años a diseñar e implementar estrategias de comunicación en esta industria apasionante, he comprobado que cada proyecto convoca a múltiples actores, que los territorios exigen una escucha activa y sostenida, y que 

el lenguaje técnico necesita transformarse en cercanía, empatía y diálogo. Esta experiencia me ha confirmado que comunicar bien no solo acompaña la operación: la potencia.

Reputación: un activo estratégico

Hoy sabemos que alrededor del 40 % del valor de una empresa puede estar vinculado a su reputación. En sectores como el energético, este dato cobra aún más relevancia. La confianza de las comunidades, la percepción pública del cumplimiento regulatorio, la legitimidad de los proyectos y el respaldo de los grupos de interés dependen, en buena parte, de cómo se comunica el quehacer empresarial.

Una narrativa sólida, basada en la coherencia entre lo que se dice y lo que se hace, no solo mejora el posicionamiento reputacional: protege el valor corporativo, facilita la operación y atrae alianzas sostenibles. En un entorno donde la licencia social para operar se gana a través del diálogo y la transparencia, la comunicación se convierte en una herramienta para anticipar riesgos, gestionar entornos y fortalecer la resiliencia empresarial.

Comunicación como eje de sostenibilidad

La comunicación es, sin duda, un eje transversal de la sostenibilidad. Una narrativa bien construida puede abrir caminos, fortalecer reputaciones y generar conexiones genuinas entre propósito y acción.

Ser parte del sector energético me ha permitido comprender sus desafíos desde dentro y proponer soluciones desde la comunicación. Por ello, y desde mi experiencia, comparto algunas recomendaciones clave para quienes lideran procesos comunicacionales dentro del sector:

·         Conecta antes de comunicar. La escucha activa con comunidades, autoridades, colaboradores y stakeholders es tan importante como el mensaje final. La legitimidad se construye en el vínculo previo, no solo en la difusión.

·         Traduce la técnica con humanidad. El sector eléctrico es complejo por naturaleza. Nuestra labor es hacerlo comprensible, accesible y relevante para todas las audiencias, sin perder precisión.

·         Impulsa narrativas con propósito. Hablar solo de proyectos no es suficiente. Las audiencias conectan con causas, compromisos y valores. Cada iniciativa debe enmarcarse en una historia más grande que inspire y convoque.

·         Cuida la coherencia interna. La comunicación externa será tan creíble como lo que se vive puertas adentro. Promueve culturas organizacionales consistentes, abiertas al aprendizaje y al diálogo.

·          Anticipa, evalúa, adapta. En un entorno regulado y de alta sensibilidad social, el monitoreo constante y la capacidad de adaptación son herramientas esenciales. La comunicación también se gestiona con datos.

·         Apuesta por el liderazgo comunicador. Forma vocerías con autenticidad, cercanía y preparación. El liderazgo en este sector se fortalece cuando comunica con convicción y escucha con respeto.

Epílogo

Creo firmemente en una comunicación que informa con claridad, inspira con propósito y transforma con coherencia. Una comunicación que no solo acompaña la operación, sino que lidera la conversación, protege la reputación y sostiene el valor de largo plazo.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario